bueno, nada que, ya esta la nueva fic es de Bill ya que gano en los comentarios ^^
mmm pues que acá esta el link
http://todoesdiferenteahora.blogspot.com/
espero que les guste y bueno ¡gracias! :)
PD: una amiga, Daphne, me ayudará a hacerla ^^ espero que les guste BYE
¡AVISO! ^^
¡Chic@s!
miren, estoy pensando en hacer otra fic.
¿en los comentarios, podrían poner si quieren que la haga? bueno, también para preguntarles, si si se hace la fic ¿de quien de los cuatro (Gustav, Georg, Tom o Bill) quisieran la fic?
bueno, eso sería todo y también agradecerles a todos ustedes por su apoyo durante esta fic ¡los quiero mucho!
PD: si la fic nueva se llega a hacer, empezaría como por el miércoles ^^
bueno ¡ADIOS! cuídense y ¡muchas gracias por leer esto! :)
miren, estoy pensando en hacer otra fic.
¿en los comentarios, podrían poner si quieren que la haga? bueno, también para preguntarles, si si se hace la fic ¿de quien de los cuatro (Gustav, Georg, Tom o Bill) quisieran la fic?
bueno, eso sería todo y también agradecerles a todos ustedes por su apoyo durante esta fic ¡los quiero mucho!
PD: si la fic nueva se llega a hacer, empezaría como por el miércoles ^^
bueno ¡ADIOS! cuídense y ¡muchas gracias por leer esto! :)
capitulo 88
Dicen que la
felicidad no llega para aquellos que no aprecian lo que tienen, otros, dicen
que la felicidad se presenta en las cosas más simples, que la felicidad es una decisión, que cada unos es tan feliz
como uno decida serlo.
Simplemente
yo, encontraba la felicidad con tan solo una persona, solo con su presencia.
Tal vez es
verdad, “la felicidad es un viaje, no un destino”. Y quizá yo ya he vivido mi
felicidad. Tres años de felicidad…y se acabo.
He aprendido
mucho estos meses, no solamente de la felicidad, sino también de la vida.
Dicen que “uno
no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde” y yo puedo echar esa frase a la
mierda. Yo siempre supe lo que tenía, y lo quería…solo que tal vez no supe
valorarla bien, tal vez no supe realmente como debía tratarle.
Creo que la
felicidad no solo depende de uno mismo, sino también de los que te rodean. Ya
que, la felicidad de uno mismo puede ser el fracaso de otros.
Y estos días me ayudan a saber que la felicidad que uno siente, te ciega, te
hace pensar poco en las otras personas, ¡te hace olvidarte de ti mismo! De las
personas queridas que se preocupan por ti.
Sé que Dios no
hace las cosas para joderte, simplemente las hace tan solo para darte lecciones
de vida, para saber valorar lo que uno tiene. Para valorarte a ti mismo. Me han
dicho que él, hace las cosas siempre para bien, que nunca debemos desconfiar.
Y yo lo creo.
No siempre es algo que nos gusta en serio, es solo… ¿Cómo decirlo? Son, muros
que uno tiene que derrumbar para seguir nuestro camino, por muy difícil que
está sea. Te hace ver que en la vida no solo hay una persona de la cual tú
debes depender, por mucho que admires a esta.
“de los errores y fracasos se aprende.” “tú
no le temes a la oscuridad, tu temes a lo que hay en ella” “las cosas a las que
más miedo le tenemos, ya nos han pasado” “nunca mires atrás, al menos que
quieras llorar de nuevo” “no tengas miedo de cometer errores”
Siempre hay
algo o alguien, por quien debas seguir, no por obligación, no por hipocresía;
sino, porque esa persona te necesita, y seguro, tú la necesitas a ella.
Muchas
personas no ocultamos en nuestro propio mundo, un mundo donde solo existes tú y
tus problemas, no hay nadie ni nada que pueda sacarte de él.
Prefieres guardar tus sentimientos y no pedir ayuda por timidez o inseguridad.
Prefieres guardar tus sentimientos y no pedir ayuda por timidez o inseguridad.
En mi mundo
solo existía el dolor, el maldito dolor que según yo, me salvaría de la
horrible realidad. ¡Pero eso no funciona! ¡Ese no es el camino! Me di cuenta
que siendo yo mismo podría superarlo todo, o al menos, podría dejar de sentir
este nudo en la garganta y este hueco en el estomago.
“lo pasado, en
el pasado está.” Y es verdad, aunque nos duela, son cosas que ya han pasado. Y
porque estas pasen, no significa que debemos olvidarlas o, que dejamos de
querer a alguien.
Soy Bill, Bill
Kaulitz. Tengo 24 años, y tengo una pequeña de apenas cuatro años cumplidos,
llamada Yosai. Tengo un hermano llamado Tom Kaulitz, que aunque sea extraño, el
ha sido mi apoyo ante todo esto…y a “todo esto” me refiero a que…mi novia murió
hace 3 años y medio…una noche, sin que pudiera despedirme de ella, una noche
que seguro, aunque pasen cien años, podre olvidar ese “Bill” entrecortado que
pude apreciar, pensando que era parte de mi sueño.
A pesar de
estos años, -viviendo en mi propio mundo.- no he podido olvidarla y llorar cada
que le recuerdo sonreír, cada “te amo” que me decía y…todo por lo que hemos
tenido que pasar para poder estar juntos.
Todos los
fines de semana, salgo con Tom y con Yosai a visitar a (tu nombre). Algo que me
pone muy mal, es mirar a Yosai crecer sin madre, escuchar las preguntas que me
hace al salir de la escuela, al estar frente a la tumba de (Tu nombre). Y saber
que ella me mira mal, a pesar de que es muy pequeña para apenas distinguir un
sentimiento de niño, a uno de alguien como yo.
Es difícil
hacer esto solo, es decir, tengo a Tom, a mi hija, tengo a mis papas y a mis
dos mejores amigos, es solo que aun siento que mi (tu nombre) me falta…
NARRADOR
Bill está en
su cama sentado, mirando algunas fotografías, recordando el pasado, el pasado
que aun tenía muy presente.
- Bill, ¿ya
estás listo?- dijo tom, que abría la puerta lentamente, sonriendo.
- sí, ya voy…
Yosai corrió
hacia Bill, dándole un gran abrazo que este, respondió al tiro con una gran
sonrisa.
- hola,
hermosa.- dio un beso en su mejilla.
- ¿Qué haces,
Bill?- dijo el mayor, que se acerco a la cama mirando las fotografías en la
cama. Negó, pero no quitaba su sonrisa. - ¿aun la extrañas?
- …que si no…-
suspiro Bill, acariciando el cabello de su hija. –Tom, ¿podrías ayudarme?
- claro que
si, ¿a qué?- le miro Tom ladeando la cabeza. Bill miro las fotografías y como
si leyera la mente de su hermano, dijo. -¿estás seguro? Bill, ¿crees que sea el
momento?- Bill asintió y después miro a su hija.
- tarde o temprano,
tiene que saberlo y…se lo prometí a (tu nombre).
- tienes
razón. Pero, es mejor que nos apresuremos, si no quieres llegar tarde.
- claro,
¿puedes llevar a Yosai? Ahora te alcanzo.
- está bien.
Tom cargo a
Yosai y salió de la recamara dejando a Bill solo, que se detuvo un momento más
a apreciar las fotografías. Dando un suspiro y dejando caer una que otra
lágrima que pronto se seco, guardo las fotografías en un cajón, sin meter una
que se quedo mirando.
Donde Bill y
(Tu nombre) se abrazaban y reían tiernamente. La imagen salía un poco movida,
pero a pesar de eso, era la favorita de Bill, porque en ella, podía apreciar y
darse cuenta que los momentos que paso con (tu nombre) no los cambiaría por
nada.
Mordió sus
labios, conteniendo las lagrimas y bajo hasta la sala, donde Tom y su hija se
encontraban jugando. Cuando le miraron, los dos pararon y se acercaron a Bill.
- ¿ya estás?-
pregunto el mayor.
- sí, vamos.-
sonrió.
Se dirigieron
al auto, Tom arranco. En el camino Bill iba un poco nervioso y a la vez
entusiasmado y emocionado. Comenzó a morder sus uñas y Tom le miro, sonrió y
poso su mano en una rodilla de su hermano sin mirarle.
- tranquilo
Bill, no te pongas nervioso.- regresó su mano al volante.
- eso
intento.- sonrió.
Al llegar a su
destino, Tom estacionó el auto y bajaron del mismo. Compraron ramos de flores,
y se adentraron al panteón.
Cuando los
tres llegaron a la tumba de (tu nombre), se hincaron. Bill, con nerviosismo,
suspiro y paso su mano por la tumba. Yosai le miraba confundida, como si aquella
acción de Bill, fuera algo extraño. Bill le miro y sonrió, acarició el mentón
de su hija y miró a Tom.
- ¿estás
seguro?- pregunto el mayor, que también parecía tener nervios o almenos una
clase de sentimiento extrañamente visto en el.
El menor asintió,
dejando que una sonrisa, más bien de nerviosismo, se formara en sus labios.
Miro a su hija, que al igual le miraba.
- Yosai… ¿sabes
cómo nos hemos conocido tu mami y yo?- ella frunció el ceño, sin entender mucho
lo que su padre le decía.
Ella negó repetidas
veces, mirando la tumba y después, a su padre. Bill le sentó en sus piernas y
suspiro.
Después de
minutos enteros buscando la forma en que una pequeña pudiera entender lo que él
le platicara, comenzó a platicarle, desde el hotel, en la alberca. Platicándole
todo, aunque saltaba detalles, como la enfermedad de (tu nombre), los golpes,
las palabras, sus brazos con sangre, las decepciones…eso se lo diría cuando
tuviera aun más edad para comprenderlo y saber las razones de esos actos.
- y ahora…tu
mami esta aquí…- miro la tumba al igual que su hija y su hermano.
- ¿por qué
quiere estar ahí?- dijo Yosai mirando a Bill, que trago saliva y sus ojos
comenzaron a llenarse de lagrimas. -¿no quiere vernos?
- linda…ella
siempre quiere verte, algún día los dos…- miro a Tom relamiendo sus labios.
–los tres: tú, yo y Tom. La veremos otra vez.
- ¿Cuándo?
- no lo sé,
espero que tú la mires muy tarde.
- espero que
tu también.- Bill se viro, mirando a Tom. – Hermano, los tres la veremos
tarde.- dijo mirándole los ojos, serio.
Bill sonrió
sin mucho ánimo, pero sin decir nada ni negarle.
- ¿por qué yo
nunca le he visto, papi?- Bill volvió la mirada a su hija. -¿Cómo es?
Suspiro,
cerrando los ojos y sacando una sonrisa y mordió sus labios.
- ella, es
hermosa. Es tan bonita como tú, y su sonrisa…- saco airé un poco brusco.- su
sonrisa es la más hermosa que podías imaginar, sus ojos, son iguales a los
tuyos. ¿Sabes?- Yosai le miro. –su voz, es tan cálida, sus palabras
tan…sinceras.
- ¿Cómo una
princesa?- dijo la pequeña sonriendo.
- no.- su
sonrisa se esfumó. – más hermosa que una princesa.- y su sonrisa volvió, siendo
aun mas grande que la anterior.
- ¡¿en
serio?!- Bill asintió.
- ¿quieres
verla?- yosai asintió, ansiosa. El menor sacó una fotografía, su favorita. Por
alguna razón no la había guardado junto a las otras.
- ¿es ella?-
Bill asintió.
- si… ¿no es
linda?
- si es más
linda que una princesa pero, ¿Por qué tu si pudiste estar con ella y yo no?-
frunció un poco el ceño.
El menor dejo
caer algunas lágrimas mientras acariciaba el cabello de su hija.
- ¿por qué
lloras, papi?- Tom, al ver que Bill no podría responder. Se acerco a Yosai
rodeando a Bill.
- porque ella
ahora estás lejos y la extraña ¿pero, te digo un secreto?- yosai asintió.
- ¿Cuál?
- ¿te digo
donde está tu mami?- Yosai confundida miro la tumba y apunto.
- ¿ahí? Esta
dormida.- Tom dejo escapar una sonrisa, que más que gracia, mostraba dolor y
nervios.
- sí, bueno.
Esta aquí, en tu corazón, ella jamás te va a dejar sola.
- ¿entonces
porque no está conmigo y con mi papi?
- ella…ella
tiene que irse por un tiempo, pero si confías en tu papi, que te ha dicho que
la volverás a ver, lo harás. Ella te está esperando.
- hum…
- mira, te
prometo que la verás. Te lo prometo.- ella sonrió y miro la tumba.
Para bill, era
muy difícil poder hablar sobre todo esto con ella, era difícil poder contestar
tantas preguntas sin que las lágrimas cayeran de sus ojos.
Miro a Tom,
dándole gracias con la mirada, el mayor le contesto con una sonrisa. Bill miro
la tumba fijamente, pasaba su mirada por toda ella, parecía recordar todo, como
si su vida con (Tu nombre) pasara por su mente.
Posó su mirada
en su hija, después la posó en su hermano y al final, miro sus brazos, aun con
las cicatrices, pasó el índice por estas, siguiendo la forma de cada una de
ellas. Suspiró sabiendo que no solo viviría con las cicatrices siempre, sino
que también viviría con los recuerdos que causaron que sus brazos quedaran de
esa forma.
- ya no te
preocupes por eso, Bill. Ya es pasado.
El menor
levanto la mirada al tiro después de escuchar esas palabras. De nuevo, miro a
su hermano y a su hija.
- ha pasado
tanto tiempo…
- tres años.-
menciono Tom y bill asintió.
- con ella el
tiempo me pasaba más lento, ahora pasa tan rápido.
- te entiendo,
lo disfrutabas, Bill.
- si…todos los
segundos eran…-suspiro. –eran como una aventura.
- por eso es
mejor recordar los buenos momentos, hermanito.
- si…y con
ella pase los mejores…- su quijada comenzó a temblar.
- tranquilo,
Bill.- Bill sonrió. –debes estar satisfecho por todo lo bueno que pasaron.
- lo estoy,
porque gracias a ella, pude tener a la bebe más hermosa.- dijo mientras
apretaba a Yosai entre sus brazos y ella reía fuertemente.
Tom sacó una
sonrisa al ver que bill, por fin había aprendido a querer más a su hija, que
ahora sonreía sincero con ella.
- hermanito,
te quiero mucho.- soltó tom, casi inconsciente, mientras miraba a bill con su
sobrina.
Soltó a su
hija y serio, miro a Tom, que aun los miraba. Bill sonrió y se acerco más a
Tom.
- ¿sabes? Yo
te quiero mucho más, hermano.- le regalo un abrazo, muy fuerte y sincero. –Eres
el hermano que todos quisieran y ¿sabes qué?- decía sin dejar de abrazarle.
- ¿Qué?-
tampoco dejaba de abrazar a su hermano.
- lo siento
por todas esas personas, porque ese hermano, solo lo tengo yo y no lo cambiaría
por nada.
Tom dejo de
abrazar a Bill, sonriendo, dejando que sus dientes se miraran. Sus ojos
brillaron un poco, y despeino a bill delicadamente, con sus nudillos.
Bill, miro a
su hermano, analizando en su mente lo que al principio pensó: “felicidad no
llega para aquellos que no aprecian lo que tienen”.
Sonrió,
dándose cuenta de que aún le quedaban razones por las cuales seguir, y dos de
esas razones eran las personas que más quería. Se dio cuenta, que esas personas
aun tenían mucho que vivir, y no le gustaría hacer que Tom volviera a pasar por
lo que hace 3 años pasaron y que tampoco quería que su hija los viera pelear.
Aun, al mirar
la tumba, sentía indecisión, sentía culpa y sentía que dar un paso adelante,
sería olvidarla. Se sentía inseguro, pero sabía que su hermano iba a estar con
él siempre, que pasara lo que pasara, siempre habrá algo bueno detrás de todo
lo malo.
“los recuerdos
no se quedan en la mente, sino en el corazón.” Y Bill seguro guardaría todos
esos recuerdos que (tu nombre) y el tuvieron en su noviazgo.
Un aire cálido
recorrió sus caras, haciendo que cerraran sus ojos.
- ¡papi, papi!
- ¿Qué pasa,
Yosi?- esta, apuntaba ansiosa, sonriente.
- ¡mira papi,
mira! ¡Es ella, es mi mami!
- ¿de qué
hablas?- intentaba buscarla con sus ojos.
- ¿no la ves?
¡Es mi mami, está ahí!- ella hacía señas con su mano, como su estuviera
saludando.
- ¿es (tu
nombre)?
- sí, si ¡es
mami!- desesperado, bill intenta buscarla. Movía su cabeza, tratando de
visualizarla.
- ¿Qué te
dice, Yosi? Dime.- dijo sin dudar en su hija, sabiendo que decía la verdad.
- dice…no lo
sé…
- (tu nombre),
(tu nombre) ¿Dónde estás? Linda, ¿me escuchas?
- ¡si, dice
que si, papi!
- (tu nombre)
¡te amo, linda! ¡Te extraño, te necesito!- comenzó a desesperarse, aun buscando
a (Tu nombre) con su mirada.
- papi, creo
que dice que ella también…que ella está bien….y….papi ¡se va!
- ¡¿Qué?!
Donde se va, ¡dile que se quede!
- creo que se queda.
Bill, aun
desesperado, se hinca en el pasto y saca la fotografía.
- Bill…- dijo
Tom, tomándole el hombro.
- espera…-
cerro sus ojos y beso la fotografía. –linda, quiero darte esto…si me escuchas,
quiero decirte que te extraño, no dejo de pensar en ti…tan solo quiero saber si
tu estas bien…quiero preguntarte si has estado conmigo siempre, (tu nombre)
yo….
El menor
estaba desesperado, mientras decía sus palabras, con sus ojos, buscaba a (Tu
nombre).
- papi- Bill
al tiro le miro. -, mi mami dice que está bien, que ella nos ama,
La respiración
de Bill se torno pesada, abrió los labios para que aire pudiera entrar dentro
de estos, dejo caer lagrimas, aun buscando a su amada.
- papi, ¿por
qué no la miras? Está atrás de ti.- decía la pequeña sonriéndole a su madre.
- ¿Qué?
- sí, ahí
está.- el menor miro tras de sí, decepcionado por no poder mirarla.
- se va,
¡papi, detenla!
- no…- su
hermano y su pequeña le miraron de golpe.
- pero…
- Yosai-
interrumpió Bill. –ella tiene que irse, no la podemos detener.
- ¿Bill, estás
bien?- pregunto su hermano.
- no…pero…tengo
que hacer lo correcto, ¿no?...lo que todos creen que es lo mejor.
- ¿ya no la
quieres papi?
- claro que sí.
Pero…si no la dejamos ir, ella…no va a descansar en paz.
Tomo la foto
de nuevo, y saco una sonrisa al mirarse a los dos tan felices, un par de
lágrimas descendieron por sus ojos.
Suspirando,
acerco la fotografía hacia su pecho, cerró sus ojos y dejo que su cabeza
callera un poco hacia atrás.
- ahora lo
entiendo…- dijo casi en un susurro.
- ¿entender
qué?- pregunto el mayor, mirando a Bill.
- ella… (Tu
nombre) me ha dicho…que si yo no le escuchaba,…ella sería visible para los
ojos inocentes. Yosai pudo verla…
- ¿ella te lo
dijo?- el menor asintió, mientras miraba su pequeña que jugaba con el pasto.
- si…
Dejo de mirar
a su hermano y se volvió a la tumba de (tu nombre), mirándola de arriba hacia
abajo. Relamió sus labios y saco aire, pesado.
- (Tu nombre)…
he decidido que seguiré mi vida…bueh, lo que queda de ella sin ti….puff, esto
es tan difícil, pero creo que sabias que este día llegaría ¿no es así?
Quizá pronto, quizá
lejos, pero sabias que llegaría. Y, bueh… ¿Cómo empezar? Mira, me he dado
cuenta, que al retenerme a mí, te retenía también a ti.
Hablando con mi psicólogo, el me dijo que la vida no es siempre como uno lo deseamos, mas bien, que la vida es un misterio, no sabemos porque pasan las cosa y tampoco sabemos cómo sería la vida sin que pasaran.
Hablando con mi psicólogo, el me dijo que la vida no es siempre como uno lo deseamos, mas bien, que la vida es un misterio, no sabemos porque pasan las cosa y tampoco sabemos cómo sería la vida sin que pasaran.
(Tu nombre),
continuare con mi vida, con Yosai y Tom… ¿Qué me olvidare de ti? Ja, eso
¡nunca! Jamás olvidare a mi angelito, a mi linda y hermosa (tu nombre). ¿Qué olvidare
los momentos que hemos vivido juntos? ¡ni en sueños! Nunca olvidare todos esos
días estando juntos, esos días que no volveré a vivir con nadie más ¡te lo
aseguro!
Linda, jamás olvidare
tu sonrisa, tus ojitos, tus bellas palabras. Quiero pedirte perdón por las
veces que peleamos…me arrepiento en serio. Pero en esta vida, no solo tenemos
que pedir perdón, sino también agradecer….
Gracias por
todos esos días juntos, gracias por ayudarme a seguir adelante, gracias por tus
palabras, gracias por quererme, por los abrazos, los besos, gracias realmente
por concederme a Yosai, por estar conmigo aun cuando me porte mal contigo.
Bill tomo
aire, tratando de que las lagrimas no cayeran por sus ojos, su hermano le
miraba, sonriendo por las palabras que su hermano decía.
- ¿sabes? Recuerdo
que, cuando nuestra bebe estaba mal en el hospital, Tom me dijo.- miro a su hermano.
–tom me dijo que Dios se llevaba a las personas tan jóvenes porque eran demasiado
perfectas para estar aquí.
¿Y sabes? Eso también me lo dijo cuando tú te
fuiste. ¿Recuerdas que te dije que para mis ojos no eras perfecta? Pues eso no
ha cambiado. –limpio sus lagrimas. –tu no eres perfecta linda, ¿y sabes por qué?
Porque no hay personas perfectas en el mundo, porque nos equivocamos y los
errores son los que nos llevan a ser, no perfectos, pero si buenas personas. ¿Y sabes? El amor
perfecto tampoco lo es, el amor, es creer en la perfección de alguien
imperfecto, y yo creo y seguiré creyendo en la tuya. Me dan pena las personas
que no supieron valorarte, las personas que no supieron quererte, pero, yo
agradezco a Dios, que me dejo pasar toda una vida contigo.
Me aterra el
pensar que podre seguir la vida sin alguien que me acompañe, alguien que me vea
caer y me recoja. Pero ¿sabes? La vida tiene que seguir, y sé que tu estarás
conmigo, porque no creo que Dios te haya llevado con el solo porque si. Tu eres
mi angelito y…”siempre estaremos juntos” ¿lo recuerdas? la distancia tan solo
es un muro y…nos veremos algún día, solo espero que no me hayas olvidado hasta
entonces.
Ahora tengo
una vida por delante, tengo que pensar en consejos para cuando nuestra bebe
tenga novio, le enseñare a ser como tú fuiste, hará con su novio, lo que los
dos no pudimos hacer. Y lejos o cerca, los dos la miraremos, orgullosos de que
ellos, pudieron terminar lo que nosotros no pudimos. Cuando tenga sus hijos, y
seamos abuelos… ¿recuerdas que te dije que cuando sea viejo, no dejaría de
molestarte? Pues es verdad, hablare contigo siempre…
No se trata de
olvidarte, no se trata de olvidar el pasado. Se trata de seguir, porque tú me
has enseñado a no darme por vencido. Se trata de seguir con una vida…sin ti…seguir
con mis sueños…aunque uno de esos era…que nos casáramos…se que ese no podre
cumplirlo…ya no quiero llorar, no quiero cortarme los brazos otra vez; tan solo
quiero sanar…quiero ver crecer a nuestra hija feliz, conociendo el mundo,
viviendo feliz.
Y sé que no
será fácil hacerlo sola, sin una madre que le dé concejos, que le cuide, pero
quiero que sepas que ella no va a perder ningún segundo de nuestra vida, ella
va a saberlo todo, desde que nos conocimos…hasta ahora.
Te amo, linda, y esto es difícil para mí…es como si dejara nuestra historia
inconclusa…yo solo…te amo, y no te voy a olvidar ¡nunca! -
Con las lágrimas
recorriendo sus mejillas, Bill puso algunas flores en la tumba, miro la
fotografía y la puso a un lado de las flores. Su quijada comenzó a temblar, y
sus ojos dejaron caer aun más lágrimas.
- tom, la voy
a extrañar mucho…
- ya esta,
hermanito. Lo hiciste, ¿sabes cuan orgulloso estoy de ti?
- no puedo, no
puedo dejarla ir…pero sé que es lo mejor.
- lo es, no lo
dudes. Ya no llores.
- voy a hacer
mi vida sin ella…sin mi angelito.
- ella está
contigo.
- no puedo
verla, no puedo sentirla a mi lado.
- pero lo
está, no debes dudarlo.
El mayor abraza
a su hermano, dejando que se desahogara en sus brazos.
- ¿vas a estar
bien?- pregunto tom.
- yo….lo
estaré.- respondió el menor.
- te quiero,
hermano.
- yo también.
- papi, no
llores. Mi mami si va a volver.- la pequeña sonrió, pasando sus brazos por el
cuello de Bill.
- te amo,
yosi.- le abrazo a su hija y miro la tumba.
- es mejor que
regresemos.
- está bien…
vamos hermosa.
Bill se
levanto, tomando la pequeña mano de su hija. Tom también se levanto, y tomo el
brazo de su pequeño hermano.
- me dan pena
todas esas personas que desean un hermano como tú, porque eres único, tienes
las agallas para todo, y eres la inspiración de muchos, y yo soy el único
suertudo que lo tiene….y no lo cambiaría por nada.
Tom sonrió, y
Bill le imito, soltando lagrimas. Le dio un abrazo fuerte y su hermano le dijo
en el oído.
- estoy, tan
orgulloso de ti, Bill.
- ¿en serio?-
esas palabras hacía mucho que no las escuchaba, su corazón pareció querer
explotar.
- que si no,
hermano, estoy terriblemente orgulloso.- Bill sonrió, un poco apenado, tom
camino con yosai mientras Bill se quedo un momento mirando la tumba. – detrás de
una tormenta, se encuentra el sol… (Tu nombre)….gracias por una historia de dos
tan hermosa. Te amo.
El aire beso
la cara de Bill, y fue así, como se dio cuenta que (tu nombre) si estaba con
él.
- gracias a
Dios, porque te puso en mi camino…
Bill limpio
sus lagrimas, y sonrió. Esa sonrisa que representaba algo más que solo dolor. Era
una sonrisa que venía de su corazón dirigida a la única persona que realmente
quiso en toda su vida. Porque en su vida no solo hubo soledad y tristeza. Porque
en ella, hubo mucho más que solo amor.
Hubo errores,
esos errores que te ayudan a seguir, a luchar por querer hacerlo mejor, porque
su vida finalmente no fue tristes, al contrario, fue tan feliz, que poder
describirlo con palabras era imposible. Porque todo lo que empieza acaba y en
su vida, el final aun se encontraba lejos.
- vamos,
Bill.- dijo su hermano.
- si…
Volvió a tomar
la mano de su hija, que se viro a la tumba, que ya quedaba lejos de donde
estaban.
- adiós, mami.-
Bill le miro, aun era muy pequeña para comprenderlo.
Sin querer
mirar atrás, a su vida pasada, Bill camino, sin quitar esa sonrisa. Hasta salir
de ahí, y empezar una nueva vida.
[…]
En la vida hay
errores, en la vida hay desamor, dolor, decepción, tristezas, enojos… pero uno
no puede quedarse ahí de pie, mirando como tu vida cada día se va desvaneciendo.
¿Por qué en
lugar de mirar lo malo de la vida, vemos lo que es feliz? En la vida hay más
cosas buenas, pero estas no podrían serlo si no hubiera fracasos.
Todos tenemos
problemas, tenemos algo que no nos deja en paz, pero no hay que olvidar que
siempre habrá alguien que este contigo pase lo que pase. Porque amigos
verdaderos hay muy pocos, pero Dios nos asigna uno que posiblemente sea nuestro
amigo de por vida.
La vida
siempre nos va aponer muros, rocas con las cuales vamos a tropezar. Y aunque
pensemos que lo hace para jodernos, debemos saber que de los tropiezos, de los
errores, de todo lo malo aprendemos para ser mejores, para intentar no
cometerlos de nuevo.
- la felicidad
se puede encontrar, aun en los tiempos oscuros, solo no debemos olvidarnos de
encender la luz, de mirar a nuestro alrededor y darnos cuenta que fuera, hay
personas que nos necesitan. A (tu nombre) no la voy a olvidar nunca, pero sé
que, por ahora, debemos seguir por diferentes cambios….
FIN
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