Escuché un leve quejido salir de sus labios y dejé de
abrazarla.
-¿te lastime?- me miro a los ojos y relamió sus labios.
-no, es solo que…- no había terminado cuando bajo la
mirada.
-te sientes mal ¿verdad?- tomó mi mano y la estrujo con
delicadeza. Negó lentamente. -¿estás segura? Lo puedo ver en tu carita, no te
sientes bien, estás un poco pálida.- tragó pesado y dejó que un pequeño suspiro
saliera de sus labios.
-bueno…no me siento muy bien…- me miro a los ojos,
parecía que tenía miedo, no lo sé, se miraba extraña.
-¿Qué te duele,
(tu nombre)?- de nuevo tragó y aparto la mirada de mi.
-no es nada, Bill, no me siento tan mal.
-bueno, está bien, solo no quiero que estés mal.- no
quería que se pusiera mal, sabía que en realidad se sentía bastante mal.- ¿Por
qué no subimos para que descanses?- inconscientemente dejo que una linda
sonrisita saliera de sus labios y asintió.
Me levante del sillón y dirigí a (Tu nombre) al borde de
las escaleras. Mamá y Gordon se acercaron a nosotros con yosai en brazos de
mamá.
-¿ya se van a dormir?- pregunto Gordon sonriendo.
-sí, (tu nombre) no se siente muy bien.
-hum está bien, que descansen.- sonrió.
-ehh, ¿puedes ayudarme a subir a yosai? Ayudaré a (tu
nombre) a subir.- Gordon asintió.
-Bill, mejor ayudo a (tu nombre) ¿está bien? Lleva a
yosai.
-bueno.
Gordon pasó a yosai a mis brazos y se acercó a la silla
de ruedas.
-te llevare yo ¿está bien?- (Tu nombre) asintió sonriendo
tiernamente.
Gordon tendió su mano y (tu nombre) la tomo, ella hizo
fuerza para levantarse pero sus piernas empezaron a temblar y cayó de nuevo en
la silla.
-¿puedes levantarte?- preguntó Gordon un poco preocupado.
(Tu nombre) asintió y apoyándose con la mano de Gordon y la pared pudo pararse
un poco más fácil.
Gordon la tomo de la cintura fuertemente y ayudo a que
(Tu nombre) subiera por las escaleras lentamente; la piernas de (tu nombre)
temblaban demasiado, tanto que podía mirarlas temblar desde donde estaba;
Gordon la miraba sonriendo, esa mirada era como hace casi 13 años, cuando nos
enseñaba a andar en bicicleta; Tom caía de ella, puedo recordar que Tom se
enfadaba mucho y se cruzaba de brazos arrugando la frente, la mirada de Gordon
era tan…paterna, puedo asegurar que papá jamás nos miro así, y eso en verdad me
dolía.
Doblé la silla de ruedas y la coloqué a un lado de las
escaleras y después subí con mi pequeña en brazos.
-ya estás.- dijo Gordon ayudando a que (tu nombre) se
sentara en la cama.
-gracias, Gordon.-
sonrió.
-no hay de que, (tu nombre) es lo menos que puedo hacer.-
ella sonrío, parecía un poco apenada.
Gordon miro hacia la puerta, donde yo estaba, y sonrió
acercándose a mí.
-descansa, hijo.- sonreí.
-tu igual.
-te quiero, Bill.
-yo también…Gordon.- Dio unas palmadas en mi hombro y
salió cerrando la puerta.
Nos arropamos para dormir, acosté a mi pequeña en su cuna
y me cobije junto a (tu nombre).
-duerme bien, hermosa.- aparte su cabello de su frente y
di un beso en ella.
-Tú también, Bill, te amo.
-yo más.- sonrió y yo le imité. Después nos acomodamos
para dormir.
By (tu
nombre)
He despertado con un gran dolor en el vientre bajo, de
nuevo ese maldito dolor. Me senté en la cama, imaginando que otra vez tendría
sangre en la ropa interior; era hasta vergonzoso para mi saber que, sangraba de
la entrepierna hasta cuando no tengo la regla.
Inhale y mantuve en aire dentro por un ratito y luego lo
solté pesado; tome mi frente y mire el reloj, era de madrugada.
Me levante lentamente ya que, mis piernas estaba débiles
y también las sentía dormidas por el gran dolor que me causaba mi estomago.
Prendí la lamparita que estaba a mi lado sobre el buró de madera y mire a Bill
que estaba dándome la espalda con su cabeza sobre su ante brazo.
Trate de no despertarlo, y tome roma interior y un pijama
de los cajones y me dirigí al baño. Cerré la puerta y eché el pestillo, prendí
la luz y ¡como lo esperaba! Estaba sangrando de nuevo, mierda ¡como odio esto!
Mi estomago daba retortijones dolorosos, casi no podía mantenerme sentada.
Cambie mi ropa y eche al cesto la ropa sucia. Lave mis
manos y me mire al espejo, en verdad daba miedo mi reflejo, me preguntaba si
era yo en realidad aquella persona que se reflejaba pero claro, no puede ser
alguien más.
Regrese a la cama que, gracias a Dios no había manchado e
intente volver a dormir pero se me hizo tan difícil hacerlo ya que mi estomago
a un dolía bastante….
Sentí unos pequeños jaloncitos en mi cabello, desperté y
voltee.
-¿te desperté?- dijo bill sonriendo tiernamente y yo
negué.
Bill volvió a sonreír y se sentó.
-¿Cómo dormiste, linda?
-ehh…bien y ¿tú?
-también, ¿tienes hambre?- dio pequeños golpecitos en su
pancita.
-no demasiada.
-¿bajemos a desayunar?
-está bien.- bill quitó las sabanas de sus piernas y yo
me senté para hacer lo mismo. -¡MIERDA!- de nuevo había sangrado ¡estoy harta!
-¿Qué pasa (tu nombre)? ¿Estás bien?- dijo bill
preocupado, yo de nuevo puse las sabanas sobre mí.
-no, nada…yo…Bill te alcanzo para desayunar, ahora bajo.
-¿por qué, (tu nombre)? Debes decirme si tienes algo
¿segura estás bien?
-si bill, por favor.
-estás extraña, linda, mejor bajamos para que comas algo.
-no, Bill en serio no tengo hambre, ahorita bajo.
Empecé a ponerme nerviosa, al parecer había manchado las
sabanas y…me avergonzaba demasiado.
-bueno, está bien.- bill levanto las sabanas de nuevo
para quitársela por completo, pero eso hizo que las sabanas que tenía encima se
bajaran hasta mis rodillas; rápidamente las volví a subir.
-¡no, bill!
-¿pero qué pasa? En serio estás rara, (tu nombre) ¿Qué
tienes?
-nada…
-hum…- entrecerró los ojos mirándome fijamente. -¿te
sientes mal?
-no.
-¿me pasas a yosai?- mierda.
-ehhh, ¿Por qué no la dejas dormir?
-está despierta, linda.
-ahh bueno, es que quiero dormir.
-¿Por qué no te
quieres parar?
-yo…tengo sueño- negó lentamente.
-necesito hacer la cama.
-yo la hago por ti, Bill.- el dolor en mi vientre bajo
volvió e hizo que sacara un quejido los bastante fuerte como para que Bill lo
escuchara.
-¿Qué te duele?
-¡nada!- apreté mi vientre fuertemente.
-¿tu pancita?- bill se acercó a mí, acerco su mano a mi
vientre pero rápidamente quite su mano.
-no, bill…déjame.
-¿¡qué pasa, (tu nombre)?! Dime si te sientes mal.
-¡no me siento mal, bill!- y como si fuera broma, sentía
como de mi labio salía lo que parecía ser saliva, con mi pulgar la limpie
rápido ¡lo que me faltaba! Ahora me desangraba por la boca.
Bill negó. De un segundo a otro las sabanas ya no estaban
sobre mí y la mirada de Bill, con la boca entreabierta, las cejas alzadas y los
ojos muy abiertos, se posaban en mi entrepierna desangrada.
Era tanta la vergüenza que tenía en ese instante que me
paralice y no pude hacer nada más que mirar los penetrantes ojos de Bill en mi
pantalón del pijama. Sentía como si estuviera totalmente desnuda en un
escenario repleto de personas. Sacudí la cabeza para dejar mis pensamientos
atrás y cubrirme de nuevo con la sabana, Eso hizo que Bill también reaccionara.
-¿Qué….qué te paso?
-bill…te dije que me dejaras sola…- bill saco una pequeña
sonrisa ¡yo no le miraba la gracia a nada de lo que pasaba! -¡que! ¿De qué te
ríes, Bill?
-linda, no te tienes que avergonzar, a todas las mujeres
les pasa, es normal que te manches cuando no sabías que ibas a menstruar, a mi
no me da asco eso.
Dio un beso en mi mejilla, acaricio mi cabello y me miro
sonriendo yo lo mire seria y fijamente a los ojos.
-¿Qué pasa, linda?
-bill…no es…
-¿el qué?
-no es menstruación…- la sonrisa de Bill se quedo ahí,
fija en su cara pero de a poco esta se fue borrando lentamente.
-a… ¿a qué te refieres?- aparte mis ojos de los suyos.
–te refieres a que es…es…es parte de…de…tu…
-¡si, bill!- interrumpí.
-pero…es la primera vez ¿verdad, (tu nombre)? ¿Verdad que
no te ha pasado antes?- puso una carita tan…triste, estaba preocupado, a nada
de llorar
No quería mentirle, yo en serio lo amaba pero…ahora no
sabía si decirle la verdad o no. Al parecer lo supo gracias a mi estúpido
silencio.
-¿por qué no me lo dijiste? Y….también te sangra la
boca…es…
-no, bill…perdóname yo…
-(tu nombre)…me duele…me duele saber que…que estas tan
mal…
-es por eso que no quería que…
-pero me duele más saber que te estás guardando el dolor
para ti misma….solo para que yo esté bien.- interrumpió.
-bill es que ¡estoy harta de que no podamos vivir
felices! No quiero…no quiero que estés mal…
-yo no quiero que tu estés mal, (tu nombre)- mire las
sabanas tintadas de mi sangre y después mire un poco más a mi derecha, donde
estaba Bill, que estrujaba las sabanas un poco nervioso. – (tu nombre), yo te
amo y no quiero que te sientas avergonzada por esto, no es tu culpa ¿sí?-
acaricio mi cabello y sonrió…esa sonrisa que me hacía sentir tan segura.
-arruine las sabanas…- no cabe duda que ahora si me había
avergonzado bastante. Bill sonrió dejándome ver sus blancos y parejos dientes.
-no te preocupes por eso, linda, las sabanas no importan,
me importas muchísimo más tu que unas simples sabanas.- sonreí.
-gracias, Bill…- dio un beso en mi frente y después se
paro dando la vuelta a la cama quedando a un lado mío.
-no tienes que agradecerme nada.- se dio la vuelta y
cargo a yosai. -¿quieres que nos vallamos? Para que estés más cómoda.- asentí,
en realidad no quería pararme y hacer que Bill viera toda la sangre que saldría
de mi entrepierna al pararme. –Está bien, ahora nos vamos.- Bill salió del
cuarto cerrando la puerta.
De nuevo tome ropa para darme una larga ducha, me sentía
sucia y aun la vergüenza no se iba. Apreté las piernas lo más que pude y
haciendo fuerzas intenté levantarme; cuando me pude parar por completo sentí
como toda la sangre caía de mi entrepierna rápida y dolorosamente, corrí rápido
al baño, no quería dejar la sangre por todo el piso.
Me di una ducha, al final no fue tan larga. Me vestí,
esta vez decidí usar una toalla sanitaria por si volvía a pasar, no sé cómo no
pensé en hacerlo a noche, cepille mi cabello, mis piernas temblaban bastante
pero, aun así pude mantenerme en pie. Metí mi ropa al cesto y después lo saqué
para echar las sabanas dentro.
Al salir y ver la sabana roja sentí…no sé, asco y
tristeza, ni cuando tenía la regla sangraba tanto. Metí todas las sabanas al
cesto y lo cargue para ir a lavarlas.
Era muy pesado para mi cargar todo aquello pero, eso me pasaba por sangrar tanto, aun que Bill diga que no es mi culpa, lo es.
Era muy pesado para mi cargar todo aquello pero, eso me pasaba por sangrar tanto, aun que Bill diga que no es mi culpa, lo es.
Llegue al cuarto de lavado y metí todo dentro de la
lavadora, saque una bolsita con jabón en polvo y eche un poco dentro. Entré de
nuevo a la casa con un mareo terrible y un dolor de espalda aun peor. Bill se
paró del comedor y fue por la silla de rueda, se acerco a mí llevándome de
vuelta al comedor.
-¿ya estas mejor?- rodeo mis hombros ayudándome a
sentarme en la silla.
-..Si- me llevo al comedor y se sentó a mi lado.
- y que ¿no vas a comer?- negué. No tenía hambre y me
sentía aun apenada, sé que no debo sentir eso, yo no quería que pasara pero,
aun así lo sentía y al parecer Bill se daba cuenta. -¿por qué no? Te hará
mejor, (tu nombre) no puedes quedarte sin comer.
-no, Bill gracias, pero en serio no tengo hambre.- Bill suspiro y acaricio mi mejilla.
-Está bien.
By bill
Tom miro a (Tu nombre) un poco preocupado y serio.
-¿Qué pasa, (tu nombre? ¿Te sientes mal?- ella negó. -¿Qué
paso a noche?- (tu nombre) bajo la mirada apenada.
-no le paso nada, Tom.- me miró alzando las cejas. No
imagino como lo paso (Tu nombre) y todavía Tom le molesta.
-lo siento.- dijo incrédulo y volvió a comer mirándome
enojado.
(Tu nombre) quitó a yosai de mi regazo y la sentó en el
suyo, le abrazaba sonriendo…era tan linda.
Terminamos de comer y Tom se paro con sus platos a la
cocina, yo hice lo mismo y después volví con (tu nombre), nos sentamos en la
sala a platicar.
Después de un rato, llamaron a la puerta, me levanté a abrirla.
Después de un rato, llamaron a la puerta, me levanté a abrirla.
-¡Bill, hola!
-¿¡Sara!? ¿Cómo estás?
-muy bien gracias, ¿Cómo estás tú?
-bien, también- sonreí.
-dime… ¿Cómo está mi amiga?- dejé de sonreír, mi corazón
palpitaba fuerte.
-ella…ella está…bien...
-lo siento, Bill no quise hacerte sentir mal
-no…no te preocupes…pasa.
-gracias- sara entró, yo cerré la puerta y me dirigí a la
sala donde estaban las dos abrazadas y sonriendo; mirar la sonrisa de (tu
nombre) me hacía sentir tan vivo pero a la vez…me hacía sentir…muerto.
Ellas platicaban felices, no me habían visto llegar y así
fue como retrocedí unos pasos y me fui de ahí. Quería dejarlas un tiempo a
solas, seguro lo que (tu nombre) no quisiera decirme a mí, se lo diría a su
mejor amiga y seguramente le hacía falta desahogarse con alguien.
Salí a mi auto y me dirigí al estudio. Al llegar, me
dirigí al salón donde grabábamos, tome un bolígrafo y una libreta, en ella
empecé a escribir toda clase de sentimientos dentro de mí y el por qué era que
los sentía, era lo que siempre hacia al escribir una nueva canción:
Tristeza (por qué no tendría a la persona que amo)
Decepción (de mi mismo)
Amo(a mi familia)
coraje (de que Dios se llevara a mi angelito lejos)
coraje (de que Dios se llevara a mi angelito lejos)
Miedo (a perder a la persona que más amo y a mi hermano)
Nervios (de no saber qué hacer cuando me quede completamente solo)
Ternura (al ver a mi angelito sonreír a mi hija)
Nostalgia (al saber que soy la persona más egoísta)
Angustia (porque no significo nada para nadie)
Duda (de saber porque alejo a los demás cuando los necesito)
Soledad (mi hermano no me quiere y (tu nombre) se irá)
Culpa (de alejar a Tom y de hacer que (tu nombre) tuviera esa enfermedad)
Dolor (al saber que por mi culpa todo esto esté pasando)
Desilusión (mi hermano no me quiere ni me querrá)
Incertidumbre (porque (tu nombre) se valla y yo no le he dado nada en la
vida)
Mordí mis labios dejando de escribir, mire el lugar,
estaba vacío, solo se escuchaba el leve ruido las hojas de los árboles
ocasionadas por el viento al chocar con ellas. Me levante y camine hacia la
ventana, mirando el hermoso paisaje: las hojas secas en el pasto y en medio de
la calle, el viento, las personas pasando, los carros en la calle, el cielo
opaco lleno de nubes grisáceas. Todo era hermoso pero, algo en mi solo dejaba
que de aquello, solo dejara que un nudo se apoderara de mi garganta y mis
pulmones se endurecieran al igual que mi vientre.
sin duda el otoño era mi estación favorita, era, para mí,
aun mejor que la primavera; todos dicen que “la primavera es la estación del
amor” pero, en mi opinión era el otoño…pero al parecer, ahora se transformaría
en la estación más nostálgica y triste…
Cerré las cortinas y regrese a tomar mi libreta, salí de
ahí cerrando la puerta y regrese al auto.
Llegue a casa de nuevo, sara aun estaba ahí, pero ahora
si se percataron de que ahí estaba.
-¡Bill!- dijo sara sonriendo; yo la mire. -¿Por qué no
vienes?- eso hice, me acerque a ellas.
-¿te pasa algo, Bill?- me miro preocupada mi angelito.
-no…nada.- desde lo más profundo de mi ser intenté
sonreír, de verdad quería hacerlo pero, la nostalgia se había apoderado de mi
y…no pude hacerlo.
-¿estás seguro?- asentí relamiendo mis labios.
-¿Qué tienes ahí, Bill?- dijo Sara apuntando mi libreta.
Yo, por reflejo, escondí la libreta tras mi espalda.
-nada…es…solo es una libreta.- Sara me miro sospechosa
pero, al parecer no quiso darle más vueltas al asunto.
Comenzaron a platicar, yo solo las miraba pensando en
cómo sara podía mostrarse tan…tan indiferente. (Tu nombre) parecía estar
totalmente sana, parecía que todo aquello sobre su enfermedad era…era solo una
horrible pesadilla. Nunca había mirado a (tu nombre) tan feliz y eso…eso me
hacia estar completamente agradecido con sara, que hacia todo porque ella
estuviera bien.
-¡hola, Tom!
-¿Qué haces aquí?
-vine a visitar a mi amiga.- miro a (tu nombre) sonriendo
y después su mirada se poso en Tom de
nuevo.
-hace mucho que no te miraba, haz cambiado.- Sara sonrió.
-al parecer tu también.
-¿te parece?- ella asintió.
-Sí, has adelgazado.- miré a Tom de pies a cabeza y
después recordé al “viejo Tom” el Tom egocéntrico, el invencible, el que no
tenia corazón, el fuerte, el vanidoso, el grosero, el mal educado, el
mujeriego.…el que me quería.
Ahora miraba al “nuevo Tom” ahora era humilde, débil,
miraba por los ojos de tan solo una persona, escuchaba a los demás, le daba
cumplidos a alguien que no era a él y…no me quería. Se miraba delgado, su color
bronceado se había transformado en un pálido, sus ojos brillantes en luces
apagadas con ojeras, sus pómulos sumidos y sus labios resecos y tal vez yo no
me daba cuenta de cómo él estaba sintiendo por estar todo el tiempo cometiendo
estupideces sin ponerme a pensar en algún momento que tal vez…su vida era peor
que la mía.
Me quede mirándolo por unos segundos, el aun estaba de
pie frente a sara y (tu nombre), de pronto el me miro y entrecerró sus ojos.
-¡que!- me dijo enojado, yo solo pude abrir la boca
intentando decirle algo.
-yo…nada…
-¿Qué miras?
-solo…-no me dejo terminar lo que iba a decirle cuando ya
se había dado la vuelta y salió al jardín. Abrace mi libreta mirando hacia el
piso, tratando de pensar en algo más que no fuera hacerme daño.
-Bill… ¿te encuentras bien?- dijo mi angelito acercándose
a mí. Yo la mire y asentí.
-no es nada, linda…solo…tu sabes…Tom… ¿sabes? Me tengo
que ir.- me levante y subí al estudio en la segunda planta cerrando la puerta y
eche el pestillo, saque de nuevo la libreta y comencé a escribir el cómo podría
evitar sentir todo esto, pero apenas pude escribir una letra y darme cuenta de
que nada de lo que sentía se podría reparar, entonces, tome el bolígrafo otra
vez:
Es extraño como una persona que has llegado a amar tanto, este en sus
últimos días y saber que tú no le has podido dar nada a cambio de todo el amor
que ella te ha entregado, de todo lo que ella dio por ti. Saber que la persona
que amas estuvo dispuesta a dar la vida por ti, y saber que tú fuiste tan solo
el único que hizo que ella este enferma y también el que hizo que su enfermedad
fuera mucho más allá de ser una enfermedad grave, y que ella a pesar de que se
irá a “un lugar mejor” quiere que estés feliz, quiere ver tu sonrisa y hacer
una nueva familia donde me sienta querido…si todo esto estuviera en mis manos,
no lo pensaría ni una vez y seria yo quien tuviera esa enfermedad y no ella.
Mi respiración empezó a agitarse y pude sentir como mis
ojos empezaban a inundarse de lágrimas, así que deje caer el bolígrafo y Salí
al balcón a respirar hondo.
By tom
Entré de nuevo a casa, Sara ya se había ido y (tu nombre)
estaba jugando con yosai, me acerque a ella.
-¿te diviertes?- me miró y sonrió.
-¿Qué pasa, Tom?
-nada, ¿Por qué pasaría algo?
-no lo sé, cuando bajaste todos se puso tenso entre Bill
y tu.- rodee los ojos y negué.
-no quiero hablar de eso (Tu nombre), por favor.
-está bien.
Me senté a su lado mirando a yosai, había crecido tanto
en tan pocos meses.
-es muy linda.- ella me miro sonriendo. –se parece mucho
a ti.
-no digas eso, Tom si antes nadie querría parecerse a mí,
ahora menos.
-tú no digas eso, (tu nombre) eres hermosa, no deberías tener
tan baja autoestima, eres la envidia de cualquiera.- saco una leve carcajada y negó.
Entraron Gordon y mamá a la casa y se acercaron.
-hola, Tom, (Tu nombre)- dijo mamá sonriendo.
-hola, simone.- también sonrió.
-Tom, ¿no vas a saludar a tu madre?- dijo Gordon un poco
serio. Yo me levante de ahí y Salí con Bruno para llevarlo a dar un paseo.
Odiaba a mama, odiaba a Bill, odiaba a TODOS, no quería saber
nada de nadie.
By (tu
nombre)
Algo pasaba entre todos ellos pero, no quería meterme en
nada, solo sabía que Bill estaba enojado con Tom y Tom con simone.
De pronto Bill bajo y se dirigió a la cocina, simone lo
siguió; escuche gritos, a simone tratando de calmar a Bill.
Gordon y yo nos miramos un poco preocupados, bill salió de
la cocina y se dirigió a mi dando un beso en mi frente, su cara era seria, su expresión
de enfado y su frente arrugada, los dientes apretados y su respiración pesada,
tomo a yosai y se dirigió a la mesa tomando las llaves de su auto, después se
dirigió a la puerta.
-Bill ¿A dónde vas?- dijo Gordon, Bill solo lo miro y siguió
su camino. -¡BILL!- cerró la puerta fuertemente, mire a Gordon, rascando su
nuca preocupado.
Simone salió de la cocina llorando, Gordon se acerco a
ella y la rodeo con sus brazos.
-no te preocupes, todo va a estar bien.- acaricio su
espalda.
-Gordon, me siento la peor madre…solo alejo a mis únicos hijos.
-no lo eres, vas a ver que todo esto se arreglara.
-quisiera que todo fuera como antes….tenemos que ir a
buscarlos.
-no podemos, simone, no podemos dejar a (tu nombre) sola.-
susurró, pero yo los escuché lo bastante fuerte.
-no importa, vallan.- Gordon me miro.
-no te vamos a dejar sola.
-yo voy a estar bien, es mejor que los vallan a buscar,
por favor, no quiero que Bill…por favor vallan.
-(tu nombre), no vamos a dejarte sola, por favor, tú
estás mal.
-estoy bien, por favor vallan.- me costó unos cuantos
minutos convencerlos pero al final salieron a buscarlos.
Me dirigí a la puerta que daba al jardín para salir,
cuando tome la perilla sentí retortijones en mi estomago y la mirada un poco
borrosa, parpadee un par de veces y dejo de ser borroso, suspire de alivio pero
mis piernas empezaron a temblar bastante, me di la vuelta para ir al baño y por
un poco de agua para mi cara, ya que estaba un poco mareada.
Apenas pude darme la vuelta cuando sentí como algo o
alguien me empujaba fuertemente de la silla, quizá solo fue el dolor tan
inmenso que me hizo caer. Estaba de rodillas dando la espalda a la silla, me
pare como pude de la silla y me dirigí al baño, las rodillas empezaron a
temblarme y caí al piso de nuevo haciendo que mis rodillas sintieran un dolor
terrible, trate de arrastrarme hasta llegar al baño, pero cada paso que daba parecían
mil piedras sobre mi espalda y solo no podía llegar a la puerta del baño.
Tendía el brazo, tratando de atraer la puerta a mí, creí
que todo esto era solo un sueño, pellizqué mis brazos pero no funcionaba, me di
la vuelta quitando el cabello de mi cara con brusquedad; mire la silla de
ruedas y traté de dirigirme de nuevo a ella pero de nuevo, sentía que estaba a kilómetros
de mi, las lagrimas de desesperación y ansiedad empezaron a salir de mis ojos y
estas hicieron que la mirada se tornara húmeda y borrosa.
Quite las lágrimas bruscamente y respire hondo intentando
llegar de nuevo a la silla, soy una estúpida ¡¿Por qué me levante?! Junto con
las lágrimas y dolor, mis pulmones comenzaron a asfixiarme, no podía respirar;
intentaba no llorar para que cesara pero no servía, comencé a toser ya que no
podía respirar ni tomar aire, de nuevo vi sangre caer de mi boca a mi mano pero
era imposible dejar de toser y mientras más sangre miraba mas desesperación me
daba y junto a la desesperación las lágrimas caían.
Intente gritar por ayuda pero no podía ni respirar para
hacerlo, mire una sombra negra en la puerta del jardín, era scotty que rascaba
el mosquitero chillando. De pronto ya
nada tenía sonido, ni siquiera la tos que salía de mí, no escuchaba a scotty
ladrar ni el viento soplar. En mi pantalón sentí algo un poco pesado, lo mire,
era mi celular. Quite aliviada las lágrimas de mis ojos y comencé a tratar de
adivinar los números para un medico pero era inútil, mi vista estaba tan mal
que no podía ni presionar uno, avente el celular desesperada.
Estaba asustada, bastante asustada pedía ayuda a Dios en
mi subconsciente, rezaba porque alguien entrara a casa y me ayudara. Cerré los
ojos, intentando despertar de este “sueño” pero nada servía. Me deje caer al
piso vencida por el dolor, la angustia y la desesperación que sentía, apreté mi
cuello tratando de ya no toser y poder tomar una bocanada de aire, pero no servía
¡nada de lo que hacía servía! De pronto mi vista se torno negra, completamente
negra, comencé a llorar desesperada, tratando de gritar, me sentía fatal,
horriblemente mal, de pronto comenzó a sonar un zumbido en mi interior y sentí
como las fuerzas se iban perdiendo cada vez más.
waaaa enseiro TT_TT nu nu nu me gusta ver a Tn sufrir, ni a Bill llorar, ni a Tom preocuparse !!!! los igo disiendo tu fic es UNICO enserio no sabes desdeque lo comense a leer me encanto te admiro mucho mcuhho y cada ves que abro mi internet me meto a tu Fic para evr si hay cap nuevo , enseiro nunca lo dejes de aser te admiro mucho mucho por la forma en que escribes puedes expresar 1000 emosiones nunca dejes de aser tu fic cudiate tkm bye n.n enserio waaa tu fic la amo n_n
ResponderEliminarnoooooooo xq tu fic es tan triste los ultimos cap. e llorado siguela oh ke triste nooo T_T
ResponderEliminarnoooooooo q mal juro q si alguien muere en el siguiente cap. llorare hasta kedar seka waaaaaaaaaaaaaaaaaaa :,(
ResponderEliminarpobre bill
pobre tom
pobre simone
si q eres buena para trasmitir emociones o.0 :)
aaayyy!!!! que no muera porfaa que no muera
ResponderEliminarsino bilito sufrira!! muchooooo
ay que capis mas tristes :(:(((((
pobre bilito!!
que capis mas buenos
chaito!!
te cuidas sube pronto un capi porfaaa!!!