capitulo 88



Dicen que la felicidad no llega para aquellos que no aprecian lo que tienen, otros, dicen que la felicidad se presenta en las cosas más simples, que la felicidad  es una decisión, que cada unos es tan feliz como uno decida serlo.

Simplemente yo, encontraba la felicidad con tan solo una persona, solo con su presencia.
Tal vez es verdad, “la felicidad es un viaje, no un destino”. Y quizá yo ya he vivido mi felicidad. Tres años de felicidad…y se acabo.

He aprendido mucho estos meses, no solamente de la felicidad, sino también de la vida.

Dicen que “uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde” y yo puedo echar esa frase a la mierda. Yo siempre supe lo que tenía, y lo quería…solo que tal vez no supe valorarla bien, tal vez no supe realmente como debía tratarle.

Creo que la felicidad no solo depende de uno mismo, sino también de los que te rodean. Ya que, la felicidad de uno mismo puede ser el fracaso de otros.

Y estos días me ayudan a saber que la felicidad que uno siente, te ciega, te hace pensar poco en las otras personas, ¡te hace olvidarte de ti mismo! De las personas queridas que se preocupan por ti.

Sé que Dios no hace las cosas para joderte, simplemente las hace tan solo para darte lecciones de vida, para saber valorar lo que uno tiene. Para valorarte a ti mismo. Me han dicho que él, hace las cosas siempre para bien, que nunca debemos desconfiar.

Y yo lo creo. No siempre es algo que nos gusta en serio, es solo… ¿Cómo decirlo? Son, muros que uno tiene que derrumbar para seguir nuestro camino, por muy difícil que está sea. Te hace ver que en la vida no solo hay una persona de la cual tú debes depender, por mucho que admires a esta.

de los errores y fracasos se aprende.” “tú no le temes a la oscuridad, tu temes a lo que hay en ella” “las cosas a las que más miedo le tenemos, ya nos han pasado” “nunca mires atrás, al menos que quieras llorar de nuevo” “no tengas miedo de cometer errores”

Siempre hay algo o alguien, por quien debas seguir, no por obligación, no por hipocresía; sino, porque esa persona te necesita, y seguro, tú la necesitas a ella.

Muchas personas no ocultamos en nuestro propio mundo, un mundo donde solo existes tú y tus problemas, no hay nadie ni nada que pueda sacarte de él.
Prefieres guardar tus sentimientos y no pedir ayuda por timidez o inseguridad.

En mi mundo solo existía el dolor, el maldito dolor que según yo, me salvaría de la horrible realidad. ¡Pero eso no funciona! ¡Ese no es el camino! Me di cuenta que siendo yo mismo podría superarlo todo, o al menos, podría dejar de sentir este nudo en la garganta y este hueco en el estomago.

“lo pasado, en el pasado está.” Y es verdad, aunque nos duela, son cosas que ya han pasado. Y porque estas pasen, no significa que debemos olvidarlas o, que dejamos de querer a alguien.

Soy Bill, Bill Kaulitz. Tengo 24 años, y tengo una pequeña de apenas cuatro años cumplidos, llamada Yosai. Tengo un hermano llamado Tom Kaulitz, que aunque sea extraño, el ha sido mi apoyo ante todo esto…y a “todo esto” me refiero a que…mi novia murió hace 3 años y medio…una noche, sin que pudiera despedirme de ella, una noche que seguro, aunque pasen cien años, podre olvidar ese “Bill” entrecortado que pude apreciar, pensando que era parte de mi sueño.

A pesar de estos años, -viviendo en mi propio mundo.- no he podido olvidarla y llorar cada que le recuerdo sonreír, cada “te amo” que me decía y…todo por lo que hemos tenido que pasar para poder estar juntos.

Todos los fines de semana, salgo con Tom y con Yosai a visitar a (tu nombre). Algo que me pone muy mal, es mirar a Yosai crecer sin madre, escuchar las preguntas que me hace al salir de la escuela, al estar frente a la tumba de (Tu nombre). Y saber que ella me mira mal, a pesar de que es muy pequeña para apenas distinguir un sentimiento de niño, a uno de alguien como yo.

Es difícil hacer esto solo, es decir, tengo a Tom, a mi hija, tengo a mis papas y a mis dos mejores amigos, es solo que aun siento que mi (tu nombre) me falta…

 NARRADOR

Bill está en su cama sentado, mirando algunas fotografías, recordando el pasado, el pasado que aun tenía muy presente.

- Bill, ¿ya estás listo?- dijo tom, que abría la puerta lentamente, sonriendo.
- sí, ya voy…

Yosai corrió hacia Bill, dándole un gran abrazo que este, respondió al tiro con una gran sonrisa.

- hola, hermosa.- dio un beso en su mejilla.
- ¿Qué haces, Bill?- dijo el mayor, que se acerco a la cama mirando las fotografías en la cama. Negó, pero no quitaba su sonrisa. - ¿aun la extrañas?
- …que si no…- suspiro Bill, acariciando el cabello de su hija. –Tom, ¿podrías ayudarme?
- claro que si, ¿a qué?- le miro Tom ladeando la cabeza. Bill miro las fotografías y como si leyera la mente de su hermano, dijo. -¿estás seguro? Bill, ¿crees que sea el momento?- Bill asintió y después miro a su hija.
- tarde o temprano, tiene que saberlo y…se lo prometí a (tu nombre).
- tienes razón. Pero, es mejor que nos apresuremos, si no quieres llegar tarde.
- claro, ¿puedes llevar a Yosai? Ahora te alcanzo.
- está bien.

Tom cargo a Yosai y salió de la recamara dejando a Bill solo, que se detuvo un momento más a apreciar las fotografías. Dando un suspiro y dejando caer una que otra lágrima que pronto se seco, guardo las fotografías en un cajón, sin meter una que se quedo mirando.

Donde Bill y (Tu nombre) se abrazaban y reían tiernamente. La imagen salía un poco movida, pero a pesar de eso, era la favorita de Bill, porque en ella, podía apreciar y darse cuenta que los momentos que paso con (tu nombre) no los cambiaría por nada.

Mordió sus labios, conteniendo las lagrimas y bajo hasta la sala, donde Tom y su hija se encontraban jugando. Cuando le miraron, los dos pararon y se acercaron a Bill.

- ¿ya estás?- pregunto el mayor.
- sí, vamos.- sonrió.

Se dirigieron al auto, Tom arranco. En el camino Bill iba un poco nervioso y a la vez entusiasmado y emocionado. Comenzó a morder sus uñas y Tom le miro, sonrió y poso su mano en una rodilla de su hermano sin mirarle.

- tranquilo Bill, no te pongas nervioso.- regresó su mano al volante.
- eso intento.- sonrió.

Al llegar a su destino, Tom estacionó el auto y bajaron del mismo. Compraron ramos de flores, y se adentraron al panteón.

Cuando los tres llegaron a la tumba de (tu nombre), se hincaron. Bill, con nerviosismo, suspiro y paso su mano por la tumba. Yosai le miraba confundida, como si aquella acción de Bill, fuera algo extraño. Bill le miro y sonrió, acarició el mentón de su hija y miró a Tom.

- ¿estás seguro?- pregunto el mayor, que también parecía tener nervios o almenos una clase de sentimiento extrañamente visto en el.

El menor asintió, dejando que una sonrisa, más bien de nerviosismo, se formara en sus labios. Miro a su hija, que al igual le miraba.

- Yosai… ¿sabes cómo nos hemos conocido tu mami y yo?- ella frunció el ceño, sin entender mucho lo que su padre le decía.

Ella negó repetidas veces, mirando la tumba y después, a su padre. Bill le sentó en sus piernas y suspiro.

Después de minutos enteros buscando la forma en que una pequeña pudiera entender lo que él le platicara, comenzó a platicarle, desde el hotel, en la alberca. Platicándole todo, aunque saltaba detalles, como la enfermedad de (tu nombre), los golpes, las palabras, sus brazos con sangre, las decepciones…eso se lo diría cuando tuviera aun más edad para comprenderlo y saber las razones de esos actos.

- y ahora…tu mami esta aquí…- miro la tumba al igual que su hija y su hermano.
- ¿por qué quiere estar ahí?- dijo Yosai mirando a Bill, que trago saliva y sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas. -¿no quiere vernos?
- linda…ella siempre quiere verte, algún día los dos…- miro a Tom relamiendo sus labios. –los tres: tú, yo y Tom. La veremos otra vez.
- ¿Cuándo?
- no lo sé, espero que tú la mires muy tarde.
- espero que tu también.- Bill se viro, mirando a Tom. – Hermano, los tres la veremos tarde.- dijo mirándole los ojos, serio.

Bill sonrió sin mucho ánimo, pero sin decir nada ni negarle.

- ¿por qué yo nunca le he visto, papi?- Bill volvió la mirada a su hija. -¿Cómo es?

Suspiro, cerrando los ojos y sacando una sonrisa y mordió sus labios.

- ella, es hermosa. Es tan bonita como tú, y su sonrisa…- saco airé un poco brusco.- su sonrisa es la más hermosa que podías imaginar, sus ojos, son iguales a los tuyos. ¿Sabes?- Yosai le miro. –su voz, es tan cálida, sus palabras tan…sinceras.
- ¿Cómo una princesa?- dijo la pequeña sonriendo.
- no.- su sonrisa se esfumó. – más hermosa que una princesa.- y su sonrisa volvió, siendo aun mas grande que la anterior.
- ¡¿en serio?!- Bill asintió.
- ¿quieres verla?- yosai asintió, ansiosa. El menor sacó una fotografía, su favorita. Por alguna razón no la había guardado junto a las otras.
- ¿es ella?- Bill asintió.
- si… ¿no es linda?
- si es más linda que una princesa pero, ¿Por qué tu si pudiste estar con ella y yo no?- frunció un poco el ceño.

El menor dejo caer algunas lágrimas mientras acariciaba el cabello de su hija.

- ¿por qué lloras, papi?- Tom, al ver que Bill no podría responder. Se acerco a Yosai rodeando a Bill.
- porque ella ahora estás lejos y la extraña ¿pero, te digo un secreto?- yosai asintió.
- ¿Cuál?
- ¿te digo donde está tu mami?- Yosai confundida miro la tumba y apunto.
- ¿ahí? Esta dormida.- Tom dejo escapar una sonrisa, que más que gracia, mostraba dolor y nervios.
- sí, bueno. Esta aquí, en tu corazón, ella jamás te va a dejar sola.
- ¿entonces porque no está conmigo y con mi papi?
- ella…ella tiene que irse por un tiempo, pero si confías en tu papi, que te ha dicho que la volverás a ver, lo harás. Ella te está esperando.
- hum…
- mira, te prometo que la verás. Te lo prometo.- ella sonrió y miro la tumba.
Para bill, era muy difícil poder hablar sobre todo esto con ella, era difícil poder contestar tantas preguntas sin que las lágrimas cayeran de sus ojos.

Miro a Tom, dándole gracias con la mirada, el mayor le contesto con una sonrisa. Bill miro la tumba fijamente, pasaba su mirada por toda ella, parecía recordar todo, como si su vida con (Tu nombre) pasara por su mente.

Posó su mirada en su hija, después la posó en su hermano y al final, miro sus brazos, aun con las cicatrices, pasó el índice por estas, siguiendo la forma de cada una de ellas. Suspiró sabiendo que no solo viviría con las cicatrices siempre, sino que también viviría con los recuerdos que causaron que sus brazos quedaran de esa forma.

- ya no te preocupes por eso, Bill. Ya es pasado.

El menor levanto la mirada al tiro después de escuchar esas palabras. De nuevo, miro a su hermano y a su hija.

- ha pasado tanto tiempo…
- tres años.- menciono Tom y  bill asintió.
- con ella el tiempo me pasaba más lento, ahora pasa tan rápido.
- te entiendo, lo disfrutabas, Bill.
- si…todos los segundos eran…-suspiro. –eran como una aventura.
- por eso es mejor recordar los buenos momentos, hermanito.
- si…y con ella pase los mejores…- su quijada comenzó a temblar.
- tranquilo, Bill.- Bill sonrió. –debes estar satisfecho por todo lo bueno que pasaron.
- lo estoy, porque gracias a ella, pude tener a la bebe más hermosa.- dijo mientras apretaba a Yosai entre sus brazos y ella reía fuertemente.

Tom sacó una sonrisa al ver que bill, por fin había aprendido a querer más a su hija, que ahora sonreía sincero con ella.

- hermanito, te quiero mucho.- soltó tom, casi inconsciente, mientras miraba a bill con su sobrina.

Soltó a su hija y serio, miro a Tom, que aun los miraba. Bill sonrió y se acerco más a Tom.

- ¿sabes? Yo te quiero mucho más, hermano.- le regalo un abrazo, muy fuerte y sincero. –Eres el hermano que todos quisieran y ¿sabes qué?- decía sin dejar de abrazarle.
- ¿Qué?- tampoco dejaba de abrazar a su hermano.
- lo siento por todas esas personas, porque ese hermano, solo lo tengo yo y no lo cambiaría por nada.

Tom dejo de abrazar a Bill, sonriendo, dejando que sus dientes se miraran. Sus ojos brillaron un poco, y despeino a bill delicadamente, con sus nudillos.
Bill, miro a su hermano, analizando en su mente lo que al principio pensó: “felicidad no llega para aquellos que no aprecian lo que tienen”.

Sonrió, dándose cuenta de que aún le quedaban razones por las cuales seguir, y dos de esas razones eran las personas que más quería. Se dio cuenta, que esas personas aun tenían mucho que vivir, y no le gustaría hacer que Tom volviera a pasar por lo que hace 3 años pasaron y que tampoco quería que su hija los viera pelear.
Aun, al mirar la tumba, sentía indecisión, sentía culpa y sentía que dar un paso adelante, sería olvidarla. Se sentía inseguro, pero sabía que su hermano iba a estar con él siempre, que pasara lo que pasara, siempre habrá algo bueno detrás de todo lo malo.

“los recuerdos no se quedan en la mente, sino en el corazón.” Y Bill seguro guardaría todos esos recuerdos que (tu nombre) y el tuvieron en su noviazgo.
Un aire cálido recorrió sus caras, haciendo que cerraran sus ojos.

- ¡papi, papi!
- ¿Qué pasa, Yosi?- esta, apuntaba ansiosa, sonriente.
- ¡mira papi, mira! ¡Es ella, es mi mami!
- ¿de qué hablas?- intentaba buscarla con sus ojos.
- ¿no la ves? ¡Es mi mami, está ahí!- ella hacía señas con su mano, como su estuviera saludando.
- ¿es (tu nombre)?
- sí, si ¡es mami!- desesperado, bill intenta buscarla. Movía su cabeza, tratando de visualizarla.
- ¿Qué te dice, Yosi? Dime.- dijo sin dudar en su hija, sabiendo que decía la verdad.
- dice…no lo sé…
- (tu nombre), (tu nombre) ¿Dónde estás? Linda, ¿me escuchas?
- ¡si, dice que si, papi!
- (tu nombre) ¡te amo, linda! ¡Te extraño, te necesito!- comenzó a desesperarse, aun buscando a (Tu nombre) con su mirada.
- papi, creo que dice que ella también…que ella está bien….y….papi ¡se va!
- ¡¿Qué?! Donde se va, ¡dile que se quede!
- creo que se queda. 

Bill, aun desesperado, se hinca en el pasto y saca la fotografía.

- Bill…- dijo Tom, tomándole el hombro.
- espera…- cerro sus ojos y beso la fotografía. –linda, quiero darte esto…si me escuchas, quiero decirte que te extraño, no dejo de pensar en ti…tan solo quiero saber si tu estas bien…quiero preguntarte si has estado conmigo siempre, (tu nombre) yo….

El menor estaba desesperado, mientras decía sus palabras, con sus ojos, buscaba a (Tu nombre).

- papi- Bill al tiro le miro. -, mi mami dice que está bien, que ella nos ama,

La respiración de Bill se torno pesada, abrió los labios para que aire pudiera entrar dentro de estos, dejo caer lagrimas, aun buscando a su amada.

- papi, ¿por qué no la miras? Está atrás de ti.- decía la pequeña sonriéndole a su madre.
- ¿Qué?
- sí, ahí está.- el menor miro tras de sí, decepcionado por no poder mirarla.
- se va, ¡papi, detenla!
- no…- su hermano y su pequeña le miraron de golpe.
- pero…
- Yosai- interrumpió Bill. –ella tiene que irse, no la podemos detener.
- ¿Bill, estás bien?- pregunto su hermano.
- no…pero…tengo que hacer lo correcto, ¿no?...lo que todos creen que es lo mejor.
- ¿ya no la quieres papi?
- claro que sí. Pero…si no la dejamos ir, ella…no va a descansar en paz.

Tomo la foto de nuevo, y saco una sonrisa al mirarse a los dos tan felices, un par de lágrimas descendieron por sus ojos.

Suspirando, acerco la fotografía hacia su pecho, cerró sus ojos y dejo que su cabeza callera un poco hacia atrás.

- ahora lo entiendo…- dijo casi en un susurro.
- ¿entender qué?- pregunto el mayor, mirando a Bill.
- ella… (Tu nombre) me ha dicho…que si yo no le escuchaba,…ella sería visible para los ojos inocentes. Yosai pudo verla…
- ¿ella te lo dijo?- el menor asintió, mientras miraba su pequeña que jugaba con el pasto.
- si…

Dejo de mirar a su hermano y se volvió a la tumba de (tu nombre), mirándola de arriba hacia abajo. Relamió sus labios y saco aire, pesado.

- (Tu nombre)… he decidido que seguiré mi vida…bueh, lo que queda de ella sin ti….puff, esto es tan difícil, pero creo que sabias que este día llegaría ¿no es así?
Quizá pronto, quizá lejos, pero sabias que llegaría. Y, bueh… ¿Cómo empezar? Mira, me he dado cuenta, que al retenerme a mí, te retenía también a ti.
Hablando con mi psicólogo, el me dijo que la vida no es siempre como uno lo deseamos, mas bien, que la vida es un misterio, no sabemos porque pasan las cosa y tampoco sabemos cómo sería la vida sin que pasaran.

(Tu nombre), continuare con mi vida, con Yosai y Tom… ¿Qué me olvidare de ti? Ja, eso ¡nunca! Jamás olvidare a mi angelito, a mi linda y hermosa (tu nombre). ¿Qué olvidare los momentos que hemos vivido juntos? ¡ni en sueños! Nunca olvidare todos esos días estando juntos, esos días que no volveré a vivir con nadie más ¡te lo aseguro!

Linda, jamás olvidare tu sonrisa, tus ojitos, tus bellas palabras. Quiero pedirte perdón por las veces que peleamos…me arrepiento en serio. Pero en esta vida, no solo tenemos que pedir perdón, sino también agradecer….
Gracias por todos esos días juntos, gracias por ayudarme a seguir adelante, gracias por tus palabras, gracias por quererme, por los abrazos, los besos, gracias realmente por concederme a Yosai, por estar conmigo aun cuando me porte mal contigo.

Bill tomo aire, tratando de que las lagrimas no cayeran por sus ojos, su hermano le miraba, sonriendo por las palabras que su hermano decía.

- ¿sabes? Recuerdo que, cuando nuestra bebe estaba mal en el hospital, Tom me dijo.- miro a su hermano. –tom me dijo que Dios se llevaba a las personas tan jóvenes porque eran demasiado perfectas para estar aquí. 

¿Y sabes? Eso también me lo dijo cuando tú te fuiste. ¿Recuerdas que te dije que para mis ojos no eras perfecta? Pues eso no ha cambiado. –limpio sus lagrimas. –tu no eres perfecta linda, ¿y sabes por qué? Porque no hay personas perfectas en el mundo, porque nos equivocamos y los errores son los que nos llevan a ser, no perfectos, pero si buenas personas. ¿Y sabes? El amor perfecto tampoco lo es, el amor, es creer en la perfección de alguien imperfecto, y yo creo y seguiré creyendo en la tuya. Me dan pena las personas que no supieron valorarte, las personas que no supieron quererte, pero, yo agradezco a Dios, que me dejo pasar toda una vida contigo.

Me aterra el pensar que podre seguir la vida sin alguien que me acompañe, alguien que me vea caer y me recoja. Pero ¿sabes? La vida tiene que seguir, y sé que tu estarás conmigo, porque no creo que Dios te haya llevado con el solo porque si. Tu eres mi angelito y…”siempre estaremos juntos” ¿lo recuerdas? la distancia tan solo es un muro y…nos veremos algún día, solo espero que no me hayas olvidado hasta entonces.

Ahora tengo una vida por delante, tengo que pensar en consejos para cuando nuestra bebe tenga novio, le enseñare a ser como tú fuiste, hará con su novio, lo que los dos no pudimos hacer. Y lejos o cerca, los dos la miraremos, orgullosos de que ellos, pudieron terminar lo que nosotros no pudimos. Cuando tenga sus hijos, y seamos abuelos… ¿recuerdas que te dije que cuando sea viejo, no dejaría de molestarte? Pues es verdad, hablare contigo siempre…

No se trata de olvidarte, no se trata de olvidar el pasado. Se trata de seguir, porque tú me has enseñado a no darme por vencido. Se trata de seguir con una vida…sin ti…seguir con mis sueños…aunque uno de esos era…que nos casáramos…se que ese no podre cumplirlo…ya no quiero llorar, no quiero cortarme los brazos otra vez; tan solo quiero sanar…quiero ver crecer a nuestra hija feliz, conociendo el mundo, viviendo feliz.

Y sé que no será fácil hacerlo sola, sin una madre que le dé concejos, que le cuide, pero quiero que sepas que ella no va a perder ningún segundo de nuestra vida, ella va a saberlo todo, desde que nos conocimos…hasta ahora.

Te amo, linda, y esto es difícil para mí…es como si dejara nuestra historia inconclusa…yo solo…te amo, y no te voy a olvidar ¡nunca! -

Con las lágrimas recorriendo sus mejillas, Bill puso algunas flores en la tumba, miro la fotografía y la puso a un lado de las flores. Su quijada comenzó a temblar, y sus ojos dejaron caer aun más lágrimas.

- tom, la voy a extrañar mucho…
- ya esta, hermanito. Lo hiciste, ¿sabes cuan orgulloso estoy de ti?
- no puedo, no puedo dejarla ir…pero sé que es lo mejor.
- lo es, no lo dudes. Ya no llores.
- voy a hacer mi vida sin ella…sin mi angelito.
- ella está contigo.
- no puedo verla, no puedo sentirla a mi lado.
- pero lo está, no debes dudarlo.

El mayor abraza a su hermano, dejando que se desahogara en sus brazos.

- ¿vas a estar bien?- pregunto tom.
- yo….lo estaré.- respondió el menor.
- te quiero, hermano.
- yo también.
- papi, no llores. Mi mami si va a volver.- la pequeña sonrió, pasando sus brazos por el cuello de Bill.
- te amo, yosi.- le abrazo a su hija y miro la tumba.
- es mejor que regresemos.
- está bien… vamos hermosa.

Bill se levanto, tomando la pequeña mano de su hija. Tom también se levanto, y tomo el brazo de su pequeño hermano.

- me dan pena todas esas personas que desean un hermano como tú, porque eres único, tienes las agallas para todo, y eres la inspiración de muchos, y yo soy el único suertudo que lo tiene….y no lo cambiaría por nada.

Tom sonrió, y Bill le imito, soltando lagrimas. Le dio un abrazo fuerte y su hermano le dijo en el oído.

- estoy, tan orgulloso de ti, Bill.
- ¿en serio?- esas palabras hacía mucho que no las escuchaba, su corazón pareció querer explotar.
- que si no, hermano, estoy terriblemente orgulloso.- Bill sonrió, un poco apenado, tom camino con yosai mientras Bill se quedo un momento mirando la tumba. – detrás de una tormenta, se encuentra el sol… (Tu nombre)….gracias por una historia de dos tan hermosa. Te amo.

El aire beso la cara de Bill, y fue así, como se dio cuenta que (tu nombre) si estaba con él.

- gracias a Dios, porque te puso en mi camino…

Bill limpio sus lagrimas, y sonrió. Esa sonrisa que representaba algo más que solo dolor. Era una sonrisa que venía de su corazón dirigida a la única persona que realmente quiso en toda su vida. Porque en su vida no solo hubo soledad y tristeza. Porque en ella, hubo mucho más que solo amor.

Hubo errores, esos errores que te ayudan a seguir, a luchar por querer hacerlo mejor, porque su vida finalmente no fue tristes, al contrario, fue tan feliz, que poder describirlo con palabras era imposible. Porque todo lo que empieza acaba y en su vida, el final aun se encontraba lejos.

- vamos, Bill.- dijo su hermano.
- si…

Volvió a tomar la mano de su hija, que se viro a la tumba, que ya quedaba lejos de donde estaban.

- adiós, mami.- Bill le miro, aun era muy pequeña para comprenderlo.

Sin querer mirar atrás, a su vida pasada, Bill camino, sin quitar esa sonrisa. Hasta salir de ahí, y empezar una nueva vida.

[…]

En la vida hay errores, en la vida hay desamor, dolor, decepción, tristezas, enojos… pero uno no puede quedarse ahí de pie, mirando como tu vida cada día se va desvaneciendo.
¿Por qué en lugar de mirar lo malo de la vida, vemos lo que es feliz? En la vida hay más cosas buenas, pero estas no podrían serlo si no hubiera fracasos.

Todos tenemos problemas, tenemos algo que no nos deja en paz, pero no hay que olvidar que siempre habrá alguien que este contigo pase lo que pase. Porque amigos verdaderos hay muy pocos, pero Dios nos asigna uno que posiblemente sea nuestro amigo de por vida.

La vida siempre nos va aponer muros, rocas con las cuales vamos a tropezar. Y aunque pensemos que lo hace para jodernos, debemos saber que de los tropiezos, de los errores, de todo lo malo aprendemos para ser mejores, para intentar no cometerlos de nuevo.


- la felicidad se puede encontrar, aun en los tiempos oscuros, solo no debemos olvidarnos de encender la luz, de mirar a nuestro alrededor y darnos cuenta que fuera, hay personas que nos necesitan. A (tu nombre) no la voy a olvidar nunca, pero sé que, por ahora, debemos seguir por diferentes cambios….



FIN