capitulo 86

[…]

Gordon se acerco a Bill, cabizbajo. Parecía estar avergonzado, apenado; realmente no sabía porque siempre ahora, en casa siempre era un ambiente diferente. De ser un ambiente tan cálido paso a ser uno muy frio, ya nadie le tenía confianza al otro…

- ¿hoy irán con (Tu nombre)?

- tal vez.- dije un poco indiferente.

Es que no puedo odiar más la actitud de Gordon ante todo esto. Siempre tuvo algo con (Tu nombre), parecía no quererla por alguna razón.

- Bill, ¿me dejarías hablar contigo?

- no…

- vamos, Bill, quiero arreglar las cosas contigo.

- ¿sabes qué? Yo no quiero hablar contigo ahora, y tal vez nunca.

Mire a Bill, parecía muy enojado. Suspiro y negó.

- Bill, no solo yo tuve la culpa. Por favor, sé que no lo pensé al hacerlo.

Realmente me sentía un poco excluido en esa plática. No entendía nada, pero aun así decidí quedarme.

- aun que lo hubieras pensado ¡no tuviste que hacerlo! Tú no tienes derecho de tocarme. Ahora si me disculpas, ¡me voy, no quiero hablarte!

Mamá se acerco y tomo los hombros de Bill antes de que lograra darse completamente la vuelta.

- ¡déjame!

- Bill, ¿Cómo es posible? Ya ha pasado un mes ¡un mes! Y no puedes perdonarle.

- me vale cuanto tiempo haya pasado, ¡me vale!

Bill salió corriendo con Yosai en sus brazos. Mama me miro, y después miro a Gordon, ellos también se fueron dejándome a mi solo. Entonces decidí subir con Bill.

- (tu nombre)…me haces tanta falta…- cubrió su cara con ambas manos y se acuclillo.

Me acerque lentamente a él, es que yo no podía creer que ahora bill si estaba mal…jamás lo había visto así, era como si estuviera destrozado, como si nada más que (Tu nombre) le importara…

- hermanito, no llores.- me acuclille a un lado de él, mirándole detenidamente; el maquillaje caía por debajo de sus manos. Escuchaba como lloraba, era impresionante que ahora, por ridículo que parezca, había cambiado su forma de llorar. –Bill, tranquilízate, no llores…ven.- le acerque a mí y le abrace.

Bill no respondió mi abrazo, seguía cubriendo sus ojos con sus manos. Realmente no sabía cómo ayudarlo, no sabía realmente como se sentía.

De pronto tocaron la puerta.

- ¡pase!- grite, sin dejar de estrechar a mi hermanito.

La puerta se abría al tiro, era mama.

- Bill, tu novia te visita.- Bill quito sus manos de su cara y miro a mama confundido.

- ahora va.- dije respondiendo por Bill.

- está bien.- mama salió de la recamara.

Deje de abrazar a Bill, y nos levantamos del suelo. Bill quito el maquillaje corrido de sus ojos.

- ¿me acompañas?- dijo Bill con un hilo de voz.

- claro que si.- tome a yosai en mis brazos y bajamos.

En la sala, con mamá, estaba Mariane platicando. Al mirar a Bill, Mariane sonrió y se levanto a saludarlo con un beso en sus labios.

- hola, Tom.- dio un beso en mi mejilla también.

- hola…

Se produjo un silencio incomodo, los tres nos mirábamos sin algún tema de conversación.

- Bill… ¿puedo hablar contigo?- dijo Mariane rompiendo el silencio.

Bill me miro, no muy convencido de querer hacerlo, bajo la mirada pero al tiro volvió a mirarme. Yo asentí, dándole a saber que no tenía nada en contra de que ellos hablaran, a pesar de que Mariane no me gustaba mucho. Y no solo en su forma de ser, si no que algo tenía ella. Parecía no querer mucho a Bill, y solo llevaban días de novios.

- está bien.- Mariane  sonrió dejando ver sus dientes y tendió su mano para que bill la tomara.

Bill la miro por unos segundos y sonrió con sus labios cerrados, miro a Mariane y tomo su mano. Los dos caminaron hacia la puerta, Bill se paro y me miro.

- ¿puedes…puedes cuidar a Yosai?

- claro que si, bill. Que les vaya bien.

- gracias, Tom.- sonrió y enseguida se dio la vuelta y salieron de la casa.

By bill

Salimos de la casa, Mariane tomaba mi mano, y por alguna razón, no me incomodaba que lo hiciera….debo aceptar que me gustaba.

- vamos, quiero que te despejes.- me miro sonriendo.

Nos metimos en su auto. Ella se quedó por un momento mirando sus piernas y después coloco las llaves y arrancó.

- ¿A dónde vamos?- pregunte un poco animado.

- quiero llevarte a mi casa.- me miro de reojo sin perder la mirada de los carros que pasaban.

- ahh…bueno.- dije sin prestar mucha atención.

Eso era lo que últimamente me pasaba: no ponía atención a casi nada.

Mire la ventana, ahora no me detenía en mirar a las parejas, era como si ahora estas fueran insoportables para mí. Siempre había creído que (tu nombre) y yo moriríamos juntos…

- Bill… ¿estás bien?- sacudí la cabeza para dejar mis pensamientos y la mire.

- ¿ehh?

- Bill, hemos llegado.- mire por la ventana, su casa era bastante grande y muy linda en realidad.

Bajamos de su auto, ella le puso la alarma y nos dirigimos a la entrada; ella sacó sus llaves y abrió la puerta dejándome pasar a mi primero.

Recorrí la casa con la vista, era linda, simplemente cuando entre, pude sentirme en un lugar seguro.

- ¿Qué te parece?

- me encanta, es muy linda.- le mire.

- siéntete en tu casa, Bill.

- gracias, Mariane, enserio.

- no tienes que agradecer. Vamos, toma asiento.

- gracias.- fuimos a la sala y nos sentamos.

Platicábamos, Mariane sobre todo, realmente había momentos en los que ni le escuchaba, no era que fuera por falta de respeto, sinceramente no sabía qué era lo que me pasaba, era como si Mariane estuviera haciendo movimientos sin que ni un hilo de voz se le escuchara. Ella sonreía en todo momento, parecía estar realmente inspirada en lo que decía pero yo no escuchaba su voz.

- … ¿Bill?- su cara se puso sería de pronto, se acerco a mí y arqueo las cejas, me tomo de la rodilla. - ¡Bill!- de nuevo sacudí la cabeza y le mire.

- ahh…mande.

- Bill, ¿estuviste ignorándome? O ¿al menos me escuchabas?

- sí, claro que si te escuchaba.- mentí.

- vamos, di la verdad.- se puso seria mirándome a los ojos, al tiro baje la mirada.

- lo siento, Mariane, no sé que me paso.

- Bill, ¿Qué tienes?

- no lo sé…

- vamos, no me digas que es por ella otra vez.

Baje la mirada, ella tomo mi barbilla e hizo que la mirara a los ojos.

- Bill, ella se ha ido, no puedes estar todo el tiempo así por ella, vas a perder toda tu vida pensando en ella, me vas a perder a mí. ¿Quieres perderme?

- no, claro que no te quiero perder, Mariane pero, mi vida ya no importa si no está (tu nombre).

- no digas esas cosas, por favor, Bill.

- es verdad, desde que ella se fue, mi vida ya no tiene un sentido.

- Bill, ¿Por qué no miras más allá de una sola persona?

- porque es la única que persona que me importaba.

- Bill, pero ahora yo estoy contigo, soy tu novia. ¿Te das cuenta cuantas mujeres están a tus pies? No es posible que solo estés clavado en una persona ¡que está muerta!

Sus palabras me provocaron sentir una rabia terrible, unas ganas de soltarle un manotazo en la boca, pero me contuve y solo la mire serio, dejándola hablar.

- Bill, sinceramente hay mujeres más lindas que (Tu nombre), personas que llevan una vida no tan dolorosa como la que llevo ella, date cuenta que mientras tu desperdicias tu tiempo llorándole a alguien que no volverá, muchas mujeres están esperando poder mirarte tan solo.

Espere un momento más a que dijera lo último que fuera a decir. Ya que no dijo nada, tome un poco de aire y le mire molesto, realmente molesto.

- ¿sabes qué? A mí no me importa si hay mujeres hermosas esperando por mí no me importa si lleven una vida totalmente feliz o no, si hay personas a mis pies ¡no me importa! Yo estoy enamorado ¡perdidamente enamorado! Y me vale que mi angelito ya este muerta, me vale que ella ahora no pueda escucharme ¡YO LA AMO A ELLA, NO A ALGUIEN MAS!

- ¡¿entonces a mi no me quieres?! lo siento, Bill pero no puedo entender como alguien tan lindo como tu pueda estar deprimido por la muerte de alguien, tu eres talentoso, eres famoso, eres querido por personas que ni siquiera conoces, Bill tienes una familia que te quiere y está preocupado por alguien que se ha ido ¡se murió!

- puedo ser todo lo que has dicho, puedo ser alguien reconocido y ¿sabes también que soy? ¡Soy humano, tengo sentimientos! El que sea famoso no me impide tener sentimientos, ¡es la persona que más amo! Por mi culpa ella quedo embarazada ¡¿es que no entiendes?! Mariane, mi familia la hice con ella ¡mi hija, es su hija!

- Bill, no te estoy diciendo que no deberías sentirte triste. Lo que digo, es que ¡tienes que seguir con tu vida! No puedes dejar tus sueños porque ella ya no está.

Me paralice, le mire a los ojos sin decir palabra alguna, ella se acerco a mí y tomo mi mejilla. Su mano en mi cara me hizo reaccionar un poco.

- Bill, yo sé que no la vas a reemplazar, pero tu vida sigue con o sin ella. Ahora puedes empezar una vida conmigo.

No tenía palabras para aquello, ella tenía razón.

Me abrazo, y dio pequeñas palmadas en mi espalda; se separo y me miro a los ojos. Me tomo la mejilla y poco a poco se fue acercando a mí, entrecerró los ojos y sus labios comenzaron a abrirse lentamente.

Estaba confundido, ahora ya no sabía realmente si lo que sentía por Mariane era amor…o solo sentía que la quería como amiga…aunque tal vez siendo mi novia, podría olvidarme mejor de mi angelito.

Sentí miedo y nervios pero finalmente, cerré los ojos y entreabrí los labios, nuestros labios se cerraron sobre los contrarios uniéndonos en un beso.

No pude evitar sentir una culpa terrible, así que me separe de ella. Mariane me tomo de la nuca obligándome a seguir con el beso.

- e…espera…- decía forcejeando para separarme de ella, pero cerraba sus labios bruscamente en los míos. De nuevo me deje llevar y comencé a seguir su ritmo en el beso, ella comenzó a desabrochar el cierre de mi pantalón mientras hacia  el beso apasionado metiendo la lengua en mi boca. Sentí asco. - ¡es…esp…espera!

Ella negó y seguía, tenía ganas de devolver el estomago, parecía tocar mi campanilla.

- Mari…MARIANE!!- le empuje y ella jalo mi cabello fuertemente. -¡¡QUITATE!!

Le tome de los brazos y le empuje lejos de mí.

- ¡¿Qué es lo que te pasa, Mariane?!- mi respiración se hizo entrecortada.

- vamos, Bill, tú me seguiste el beso.

- ¡pero te dije que pararas!- se limpio los labios con su antebrazo.

- ¿pues que tu nunca has besado así a una mujer?

- eso no tiene nada que ver, ¡no me puedes obligar a algo que no quiero!

- no, Bill. ¡Tu si querías! No te hagas la victima ahora.

- no estuve de acuerdo en que me besaras de esa forma.

- Bill, somos novios.

- ¡déjate de excusar por eso! Si, somos novios pero no por eso me tienes que obligar a hacer eso.

- ¡es que no se puede contigo, Bill! Es mejor que te deje en tu casa.

Abroche mi pantalón y subí al auto. Ella estaba muy molesta y me sentí culpable por hacerla sentir de esa forma, quizá ella creía que yo estaba listo para hacerlo.

By Tom

Llamaron a la puerta, seguro sería Bill. Baje con yosai en mis brazos, al momento en el que toque la manija de la puerta escuche que hablaba con alguien un poco fuerte.

- Bill, ¡¿Qué te pasa?! Creí que ya lo habías superado.

- perdóname, no quise…

- te perdono, pero al menos despídete bien de mi.

- está bien.

Me asome por el pequeño circulito y les mire. Mariane besaba a Bill apasionadamente, mi hermano tenía cara de dolor, ella comenzó a meter sus manos por el pantalón de Bill.

- espera, Mariane…no otra vez.

- dijimos que te despedirías bien…- decía mientras desabrochaba los pantalones de Bill.

- pero…no… ¡déjame!- se separo de ella.

- ¡déjate, Bill! O que, ¿quieres perderme?- sonreía incrédula.

- ….no, no quiero perderte…por favor, perdóname mari…

- está bien.- se volvió a acercar a Bill tirando sus pantalones al suelo ¡¿pero qué mierda?! ¡¿Qué LE PASA?!

Mariane comenzó a apretar la entrepierna de Bill, que su cara se transformaba llena de dolor, estaba roja.

- no… ¡déjame. ..Déjame!

- ya es tarde, Bill.- le jalo el cabello a mi hermano haciendo que su cara mostrara aun más dolor.

- ¡Déjame, déjame Mariane!- le empujo y subió sus pantalones abrochándolos.

- ¿sabes qué? Si eres tan marica ¡yo ya no quiero estar contigo!

- perdóname…lo hacemos, pero en otro lado…- ¿¡que dijo!? Dios, Bill sí que está loco.

- no es por complacerte a ti, es por complacerme a mí.

- te prometo que lo hacemos…

- ¿me quieres?

- si…te quiero mucho…

- pues no parece, Bill.

- el amor no es solo sexo…

- para mí sí, y si no quieres complacerme, es mejor que lo dejemos así.

- mari, perdóname…no me dejes…

- ¿quieres que lo hagamos?

- si…pero en otro lado…aquí no, tom no tarda en abrir…

- ¡y sigues! No es por ti, es por mí. Tu opinión no importa, Bill.

- bueno…

- ¿entonces? Aquí, o me voy.

- por favor…aquí no, Mari...

- ¡eh dicho que tu opinión me importa poco, tu no importas, bill!

- pero…yo te quiero...

- pues no me importa, me iré ahora…adiós.

- creí que eras diferente….

- yo no estoy para quererte, es para complacerme….me voy.

- no te vayas…por favor…

Mariane se largo, mi hermano se quedo mirándola, parecía que su cuerpo temblaba.

Me decidí a abrir la puerta. Bill dio un salto al oír esta abrirse.

- siento la tardanza, es que cambiaba los pañales de Yosai.- mentí.

- …está bien, no te preocupes…- camino hacia las escaleras y subió.

Yo le seguí. Se dirigía al estudio, dejo la puerta abierta y aproveche en meterme yo también.

- ¿Cómo te fue con tu novia, bill?

- bien.

- que bien, ¿y qué hicieron?

- …platicamos.

- ¿te pasa algo?- negó. -¿Qué tienes, Bill? No me digas que ya extrañas a Mariane.

- no me pasa nada, Tom…quiero estar solo.

- no me digas que se pelearon.

- Tom, déjame…- algunas lágrimas brotaron de sus ojos.

- tú no estás bien.

- lo estoy.

- ¿Por qué lloras?

- no, por nada…

- Bill, escuche todo lo que paso afuera, no te abrí porque quería asegurarme de que estaban bien.

- ¿lo escuchaste?- dijo avergonzado.

- y lo mire. Bill, no estés triste por ella.

- es que…creí que si me quería.

- Bill, estaría idiota si no te quisiera. No merece tus lágrimas.

- pero…

- Bill, no escojas a alguien cuando estas desesperado por encontrar a alguien. No quiero que sigas mis pasos. Tú todavía no estás bien por (tu nombre), aun la amas y no solo por olvidarla te conformes con una mujer así.

- (tu nombre) debe estar decepcionada de mi…

- no creo que lo esté, al menos te diste cuenta antes de entregarle tu cuerpo a una persona como ella.- Bill asintió y limpio sus lagrimas.

- gracias, Tom...

- tranquilo, Bill…mañana iremos con (Tu nombre), te hace falta hablarle.

- me hace falta toda ella…la necesito...

Le abrace sin responderle, el respondió el abrazo dejando a yosai en medio de los dos.

- Tom...?

- mande.

- podrías…podrías dormir conmigo hoy…?

- claro que si hermanito.

Nos levantamos y fuimos a su recamara. Bill se metió en el baño y comenzó a quitar su maquillaje con una toallita húmeda. De pronto sus lágrimas comenzaron a salir de nuevo.

- ¿ahora qué paso, Bill?

- Tom… ¿Qué va a pasar conmigo?

- ¿a qué te refieres?

- es…no lo sé, nadie me quiere…

- hay millones de personas que te quieren, yo te quiero, Bill y no me gusta verte así.

By bill

- es que…

- mírate.- me tomo de los hombros afirmándome frente al espejo. Tom me miraba por el espejo.

- no entiendo…

- vamos, bill, mírate al espejo y dime ¿Qué es lo que ves?

Un poco confundido mire mi cuerpo de pies a cabeza.

- nos veo a los dos.

- ¿es todo?- asentí. – Bill, ¿es que no te das cuenta? Yo me miro a mí y miro a un hombre frente a mí, un hombre que tiene miedo.

- pero…

- Bill, ¿recuerdas cuando tú, yo, Gustav y Georg comenzamos a hacer música?

- como olvidarlo.

- bueno, tu ya no eres ese Bill.

- pues he crecido, obviamente yo ya no soy igual.

- puede que tengas razón, pero el alma tan alivianada de Bill Kaulitz, ahora se está haciendo un alma triste. Bill, antes eras muy delgado pero aun así te mirabas muy feliz y comías a toda hora. Ahora mírate, eres mucho más delgado, tus ojos se miran tristes y esa sonrisa que siempre me contagiabas  ya no sale nunca más, ya no te molestas ni en comer. ¿Sabes que puede darte anemia si no comes?

Me mire de nuevo, realmente ya no era yo, era una persona totalmente diferente, parecía mucho más grande de lo que era, mi piel estaba reseca, mis brazos estaban llenos de cicatrices, mis ojos llenos de ojeras y siempre rojos de tanto llorar; mi cabello ya no brillaba. Puedo decir que hasta mis voz había cambiado….me miraba enfermo….

- Bill, se que perder a la persona que mas amas es duro, pero no por eso tienes que dejar de ser quien en verdad eres, porque tu forma de ser, tu forma de pensar hacían que muchas personas mostraran lo que realmente son, con tu música también lo hacías. Dime ¿Qué va a pasar con la banda si tú sigues así? ¿Qué va a pasar con nosotros?

- no es fácil…

- lo sé, pero tienes que superarlo.

- no creo que pueda.

- tú puedes.

- prefiero morir.

- no es verdad, no digas eso.

Le abrace, y deje que las lagrimas cayeran de mis ojos, apoye mi cabeza sobre su pecho y Tom acaricio mi cabello.

- Bill, es mejor que vayas a descansar.- asentí.

Me puse pijama y me recosté en la cama. Tom recostó a Yosai en su cuna y después se sentó en la cama, suspiro pesado y se recostó.

- buenas noches, Tom.

- descansa, hermanito. Te quiero.

- yo también te quiero…

De pronto mis ojos se fueron cerrando, haciéndome quedar profundamente dormido.

[…]

- vamos, bill…es mejor que hables con ella.

- no sé qué decirle…

- solo dile lo que salga de tu corazón, lo que necesites decirle.

- bueno…

- toma a tu hija, seguro ella extraña a su mama…- tome a Yosai en mis brazos.

- vamos, Tom, deja a tu hermano solo.

- bueno…Bill, ahora venimos, ¿está bien?

- si…pero ¿pueden comprarle unas flores? Por favor.

- claro que si, Bill. Ahora las traigo.

- gracias…

Gordon, mamá y Tom se alejaron de mí. Mire la tumba de mi hermosa, y las lagrimas brotaron de mis ojos…

- (tu nombre)… ¿Por qué te has ido?...sin ti todo es más difícil…- con mis manos, acaricie la placa en donde venía su nombre. – te extraño… ¿Por qué no has venido a visitarme?...necesito mirarte…

El aire comenzó a llegar y Yosai comenzó a temblar un poco, así que quite mi chamarra y le coloque sobre ella.

- ahora mi vida es una mierda… ¿sabes?...trate de hacerlo…pero lo único que logre fue hacerme sentir peor….tom me ha ayudado mucho en esto…y estoy feliz porque al fin estamos volviendo a ser los mismos…

- ¿Bill?- di un salto y me vire… -no creí encontrarte aquí…