capitulo 87


- ¿en serio eres tú, Bill?- me levante hacia ella, me miraba de pies a cabeza como si fuera algo extraño.
- sí, soy yo ¿por qué, sara?- volvió a pasar su mirada en todo mi cuerpo.
- no es nada es…has cambiado muchísimo.


Ahora el que se miro fui yo, si había cambiado, pero jamás creí que había cambiado tanto como para que no me reconociera.


- ahh...Eso…me lo han dicho.
- lo siento si te ofendí, Bill.
- no…está bien, y dime ¿visitas a mi angelito?- asintió mirando la tumba.
- sí, la he pasado muy mal sin ella.
 - yo también…
 - Bill, tranquilo, no llores…


Trate de sonreír, Sara también parecía muy triste, después de todo era su mejor amiga. No quise sacar todas las lágrimas, realmente no quería.


- lo siento, es solo que…mi linda me hace tanta falta…
- te entiendo, Bill. A mi también me hace mucha falta.
- ¿quieres…quieres que hablemos con…(Tu nombre)?- ella sonrió con sus labios cerrados.
- claro que sí.


Nos hincamos frente a la tumba de mi (tu nombre), mire a Sara, pensando que sería ella la primera en hablarle. Ella también me miro, tal vez pensando lo mismo.


- (tu nombre)… ¿recuerdas a Mariane?- suspire. – bueno, al parecer ella no fue lo que yo creía…debo confesarte que la hice mi novia y…nada que…no sé yo… ¿recuerdas que prometí volver a ser feliz, con alguien? Bueno…lo intenté





No tenía palabras que decirle, me sentía nervioso, culpable…miraba a sara para que de alguna forma robara mi palabra pero, ella no lo hacía.


- ella…bueno que, ella no me quiere… ¿sí? Es, ¿Cómo decirlo?...yo no puedo vivir con alguien más…te juro que lo intente pero es que, es… nadie es igual que tu, y tal vez yo “quiero” Mariane… o no, ¿sabes? No la quiero, ¡la odio! Pero es algo que…


Sara me miro, ladeo la cabeza y se acerco un poco a mí.


- ¿Qué pasa, Bill?
- yo… ¡NO PUEDO, NO PUEDO!- jale mi cabello con frustración. –es...Para mi es difícil decirlo…no puedo hacerlo…no sé qué decirle ¡no se!
- tranquilo, Bill. Ella va a escucharte sea lo que sea que quieras decirle.
- pero…es difícil.- mire hacia la tumba. –es tan difícil aceptar que tu ya no estás… (Tu nombre)…no sabes cuánto te necesito es…tengo tanto que decirte…pero…es que no se cómo…


Sentados así por un momento, empezó a atardecer, saque la mirada de la tumba de (tu nombre) y mire a Yosai, que estaba jugando con el pasto.


- Bill, he traído las flores.- me vire, Tom sonreía tendiendo las flores hacia mí.
- ahh, gracias.- Tom se hinco a mi lado y paso las flores a mis manos.
- ¿te gustan?- asentí mirándolas.
- sí, gracias Tom.-   el sonrió y se acerco con Sara.
- ¿Cómo estás?- preguntó a Sara.
- bien, ¿y tú?- se encogió de hombros y sonrió negando, como si esta fuera una respuesta que dijera “estoy mal, pero no quiero demostrarlo”


Puse las flores en la tumba y tome a mi bebe en brazos.


- te amo…linda.- me vire con Tom y Sara. –es mejor que vallamos a casa.
Tom asintió y nos paramos para regresar a casa.


[…]


Acosté a Yosai a un lado mío –donde solía dormir mi angelito.- esta vez quería dormir con ella, ya que hacía tiempo que no lo hacía. Me puse pijama y cambie también a Yosai. Nos acostamos y no en mucho Tiempo quedamos dormidos los dos.

By tom

Me he despertado gracias al puto frio que hace. Me levante y de mis cajones, busque una sudadera. Me la coloqué y regrese a la cama.
El maldito frío había hecho que el sueño se esfumara, así que prendí el televisor y la mire hasta poder ganar el sueño otra vez.



Mis ojos al fin se estaban cerrando, así que apague el televisor y me recosté. El poco sueño que había ganado se esfumo gracias a algún extraño ruido que provenía de la habitación de Bill. No le tome mucha atención, ya que pareció ser que Bill se había levantado para cerciorarse de que todo estuviera bien.

Bill comenzó a toser, Yosai comenzó a llorar y mi paciencia por poder dormir tranquilamente se estaba acabando. Sentí coraje, ya que quedaban muy pocas horas para dormir y el torpe de Bill no dejaba de hacer ruido. Me levante de mi cama con los músculos helados para callar a Bill.

Algo parecido a “yo…Yosi”, con desesperación, con algo de  dolor o frustración pareció salir de los labios de Bill. Mis músculos se tensaron. Comencé a preocuparme, camine hacia el cuarto de Bill, sin prender alguna luz por si lo asustaba o que se yo.

El cuarto de Bill estaba apagado por completo, quizá fue solo una maldita pesadilla por la cual me despertó. Últimamente Bill solo se lo pasaba gritando noche tras noche. Solo que ahora había algo diferente: Yosai lloraba y por alguna razón, una rara razón, los sollozos de Yosai no se escuchaban de donde deberían venir.                                                                                                                                    

Un escalofrió recorrió mi cuerpo y debo aceptar que también miedo, miedo de encender la luz y mirar a un bebe que no necesariamente era Yosai. Decidí no prender la luz y adentrarme a la recamara de Bill lentamente, con un extraño sentimiento en mi estomago. Escuche tosidos, quejidos y sollozos. Realmente el miedo me acorralaba.

- Yosai...- por estúpido que pareciera, comenzaba a crear más psicosis a mí mismo.

Me vire, y mire una luz prendida, un boceto negro y pronto las ganas de gritar del puto miedo me acorralaron. Tal vez era un demonio. Me asuste demasiado, me paralice, tan solo mirando ese boceto. Me metí en la cabeza ideas horribles pero camine hacia él.

- ¿Bill?- pregunte, más bien, susurre, deseando que si eso era un demonio no me mirara.

Los Tosidos comenzaron a ser arcadas y mas quejidos. Esa cosa que estaba en el baño me miro. Y de pronto todo aquello que me causaba miedo, se convirtió en desesperación y preocupación. Regrese y encendí la luz de la habitación. Con el maquillaje corrido hasta la barbilla, Bill se encontraba potando desesperadamente. Me acerque a Bill que ahora parecía haber terminado de potar. Respiraba como si hubiera corrido 50 kilómetros.

- Bill, ¿Qué ha pasado?- dije en un tono de voz bajo.

Bill negó, tomo su cuello, cerro sus ojos y dejo salir un quejido bastante audible. Su respiración se acelero muy rápido, negó de nuevo y su cara se acerco al excusado, dejando salir más pota de su boca. Tome su cabello con ambas manos y lo quite de su cara para que no se manchara. Se enderezo y jalo la cadena del excusado, exhausto. Se sentó en sus pantorrillas y con su mano limpió sus labios.


- ¿listo?- Bill asintió. - ¿dime que te ha pasado? ¿Te duele algo?

Bill negó, sin dejar salir alguna palabra, solo gemidos de dolor. Seguro no me decía la verdad.
- vamos, Bill. Es mejor que descanses.- ayude a que se parará y lavo sus dientes.

Se sentó en la cama tomando su cuello. Me acerque a él quitando el maquillaje que había quedado en sus ojos con los pulgares.

- Tom…hum…- Gimió, cerrando sus ojos fuertemente.- no me siento bien….
- dime que te duele, Bill.- pasé una mecha de cabello tras de su oreja.
- no se…
- espero que no sea algo grave, Bill. Por ahora recuéstate, aquí me quedo contigo.- Bill se metió en la cama y cerro sus ojos.

Yosai había dejado de llorar, al parecer había dormido ya. La recosté en medio mío y de Bill y comencé a cerrar los ojos. Bill comenzó a gemir y moverse bruscamente en toda la cama. Se levanto de golpe y corrió de nuevo al baño.

- ¡carajo!- camine al baño con Bill y de nuevo lo ayude. Lo que pensaba yo que era pota, no lo era. Parecía pura agua. – Bill, esto no está bien.- negué mirando como Bill se retorcía con cada arcada.

Era tan delgado que en cada arcada temía que se rompiera por la mitad. Deje su cabello y me dirigí a donde mamá y Gordon. Sacudí a mamá con un poco de fuerza y al tiro abrió los ojos.

- ¿Qué pasa, Tom?- mordí mis labios y rasque mi nuca. Mama se sentó en la cama preocupada. – Tom, ¿estás bien? Dime qué pasa.
- es Bill, mamá.
- ¿¡que tiene, Tom!?- se levantó de la cama y me tomo de hombros.
- nada que, se la ha pasado potando toda la noche.- mama corrió a la habitación de Bill.
- ¡Bill!- se acerco a él, que ahora solo estaba sentado en el piso. -¿Qué tienes mi amor, te sientes mal?- Bill asintió. Realmente parecía un muerto viviente.

Mama tomo la cara de Bill con ambas manos y le abrazo acariciando su cabello.

- esto no es normal, tenemos que hablar a algún médico.



[…]

- ¡familiares del joven Kaulitz!- mamá, Gordon y yo, con Yosai, nos levantamos. Por suerte, era el médico que había ayudado a mi hermano antes.
- ¿Qué tiene mi hermanito?
- ¿podemos hablar?- asentí y regresamos al sofá.
- ¿Cómo está mi hijo, doctor?- pregunto Gordon entrelazando su mano con la de mamá.
- me has dicho, que no paraba de potar ¿no es así?- asentí.
- ¿tan solo le hizo mal la comida?- pregunte esperanzado. El negó serio.
- al contrarió, díganme, ¿se ha estado alimentando bien?
- bueno…no.- suspiro.
- bueno, gracias a esto, tu hermano tiene Anemia.
- ¿anemia…?- asintió.
- Gracias a que no se ha alimentado bien, o no se ha alimentado, le ha producido daños en los riñones.
- pero, Bill se va a recuperar ¿verdad? ¿Verdad que no es grave?- comenzó a jugar con un botón de su bata y me miro, después miró a mamá y a Gordon.
- miren, su enfermedad no hubiera sido grave si él lo hubiese notado antes. Por ahora el esta grave y si no se cuida y empieza a comer para recuperar el hierro su enfermedad puede desembocar en Leucemia, aplasia medular, pérdida de sangre aguda y esta ultima puede tener algún shock hipovolémico.
- pero…no, mi hermano no puede estar mal.
- lo siento mucho, enserio. Pueden pasar a verlo, si gustan.

Me levante con el doctor y él me guió hacia el cuarto donde estaba Bill.

- tiene depresión y estrés, así que por favor, no hagas que se altere ¿está bien?

Asentí y tome empuje un poco la puerta, pero él me detuvo otra vez.

- ¿recuerdas su enfermedad?
- eso no le va a hacer más daño, ¡¿verdad?!- el asintió.
- le hace más daño, esto también hizo que su glóbulos rojos le hicieran más falta. Y encima mire sus brazos… ¿se ha vuelo a cortar, verdad?
- si…
- no dejes que lo vuelva a hacer, ¿sí? Eso también afecta. Tan solo una pequeña hemorragia como las que se hace al cortarse, puede ser peligroso.
- está bien…gracias.- el sonrió y yo entre con Bill.

Estaba tan pálido, que de no ser por la bata azul cielo y su cabello negro, se habría perdido en las sabanas. Me acerque a él, me senté en una silla de madera que se encontraba a un lado de la camilla y me quede mirándolo.

- ¿por qué eres tan idiota, Bill? Estas mal, hermano.



Comenzó a abrir sus ojos y me miro con la boca un poco abierta. Me causo un poco de miedo el mirarle aun con restos de su maquillaje corrido y sus ojos un poco rojos. Relamió sus labios secos y volvió a cerrar los ojos.

- ¿te sientes mal?- negó débil.

Tome su mano, haciéndole saber que me quedaría con él. La puerta se abrió lentamente y mamá, Gordon y el doctor se acercaron. Después una enfermera se adentro con el desayuno de Bill.

- ¿Cómo esta?- me pregunto mamá.
- hace un momento abrió sus ojos, creo que está cansado.
- ese también es un síntoma de la anemia.- me dijo el doctor. –necesita comer para recobrar fuerzas.
- ya escuchaste Bill, tienes que comer.- le dije apretando un poco su mano.

Volvió a abrir sus ojos y me miro. La enfermera coloco la charola con el desayuno en las piernas de Bill cuidadosamente.

- el tiene que desayunar, es mejor que lo dejemos solo.- dijo ella con una gran sonrisa.

Mamá y Gordon se levantaron y salieron. La enfermera me miro y yo le imite.

- yo me quedo con él.
- no es posible.
- no pienso moverme de aquí. Por favor, deja que me quede.
- está bien.- sonrió y salió del cuarto.

Me vire con Bill, que cerraba sus ojos, respirando lentamente.

- Bill, vamos, come.- abrió sus ojos.

Parecía que cada que los abría, fuera como si lo despertaran. Me miraba molesto. Ayude a enderezar la camilla para que Bill pudiera comer a gusto.

- no quiero…
- tienes que hacerlo, vamos Bill.- frunció el ceño como un crio de 5 años y tomo el tenedor.

Comenzó a picar la comida, sus manos temblaban un poco; llevo el tenedor a su boca. Su cara fue como si le estuvieran dando algo asqueroso, como si estuviera comiendo gasolina. Mastico lentamente. Negó y dejo el tenedor sobre el plato y empujo la charola hasta sus rodillas.

- Bill…
- no me gusta, no quiero comer.
- vamos, ¿quieres curarte? Bill, estás enfermo, por favor. Al menos come algo más, Bill, ¡por favor!

Bill negó mirando me a los ojos, dio un bostezo y se recostó cerrando sus ojos.

- por favor, Bill. Por favor, por favor ¡por favor!


Volvió a abrir sus ojos y me miro molesto otra vez, tomo la charola y la puso sobre sus muslos otra vez. Con su mano tomo un pedazo más pequeño que el anterior y lo metió a su boca, su cara era de un asco terrible, arcadas comenzaron a salir. Temí que por un momento fuera a potar. Pero tomo su vaso con jugo y lo devoro en un segundo.

- ya no…ya no quiero…- apretujaba su cuello, y su respiración se agito un poco.

La enfermera y el doctor llegaron, ella se acerco a una pequeña mesa que había frente a la camilla y el doctor se acercó con Bill, serio.

- no has comido nada.- Bill lo miro, parecía un poco apenado.
- estoy lleno.
- pero no comiste ni un bocado.
- si lo hice.- se viro conmigo. -¿verdad que si comí, tom?

Yo lo apoyaría ante todo, pero antes que eso estaba la salud de mi hermano, así que tuve que ponerme del lado del doctor.

- Bill, has comido dos bocados pequeños.
- vamos, come algo más grande.
- no, estoy lleno, ya no quiero nada.
- te tienes que alimentar. Si no lo haces, conectaremos unos tubos para alimentarte que se dirigen hacia tu estomago.

La cara de Bill mostró pánico. Miro la comida con desprecio y después me miro a mí.

- no me importa…- miro al doctor, retándolo.
- está bien.- entonces el doctor salía del cuarto. Bill lo miro con irse, con cara de espanto.
- ¿me los meterán?
- tú has dicho que no te importaba, Bill.- suspiró y miro la comida.

Parecía tener ganas de comérsela, pero algo parecía decirle en su mente que no lo hiciera. El doctor llego y se acercó a Bill junto a otro médico.

- te vamos a adormecer un poco ¿sí?- Bill negó repetidas veces. –No va a doler nada, solo un pequeño piquete.- trago pesado mirando al doctor.

Este le quito la charola con el desayuno de sus piernas y le descobijo un poco y levanto un poco la bata de Bill. Después de esto saco una jeringa y la atravesó por la piel de Bill.

Después de un par de minutos le habían colocado el tubo, Bill estaba incomodo con el pero después de todo tenía que ganar peso.

[…]

By bill

Desperté un poco confundido, mire a mi derecha, que estaba Tom en la silla, durmiendo profundamente. Me vire hacia la ventana, las gotas de lluvia caían por el vidrio. No era una muy linda vista, pero siempre he pensado que en la noche todo es más lindo.

Tome la mano de Tom, y mire la hora. Eran las 5 de la madrugada, hacía frío y yo solo con una puta bata. Cerré los ojos tratando de ganar sueño.

Salí del cuarto. Parado en la puerta principal del hospital, pensé dos veces si sería bueno salir solo así. Pero finalmente lo hice. La lluvia caía fuertemente haciendo que estas dolieran al toque con mi piel.

Con ayuda de la luz de los faroles camine adentrándome a lo que parecía ser un pequeño parque.

-Bill…Bill…- otra vez esa voz de mis sueños.

Trate de buscarla, saber de dónde venía. Corrí entre los arboles sin mirar hacia atrás. De pronto llegue a un camposanto, donde se miraban muchas personas llorando.

- ¿pero qué mierda?- susurre para mí.
- bill…ven, bill…- esa voz jamás la había escuchado.

Camine hacía donde, creía yo estaba la persona que gritaba mi nombre…

Me encontré solo, mire mi alrededor y no había nadie más que una mujer, la cual, por alguna razón había visto. A su lado estaban dos tumbas, una con rosas blancas y una solo con un girasol marchito.

- bill…acércate, bill…- obedecí y entrecerré los ojos para poder mirar la bien.
- ¡¡ (TU NOMBRE)!!- lagrimas corrieron por mis mejillas y corrí hacia ella.



Abrí los brazos para estrujarla muy fuerte en mis brazos, pero caí al pasto en el intento.

- ¿pero qué?- exclame confundido.
Olvide eso al ver su sonrisa, me pare frente a ella mirándola a sus apagados ojos.
- (tu nombre), creí que jamás volverías, te he extraño tanto.
- bill, yo no he vuelto.
- como que no, hombre. Te estoy mirando.- dije con una sonrisa.

Ella negó, sonriendo con la mitad de sus labios, con su cara hizo una señal de que le siguiera. Quedamos parados frente a las tumbas. Las mire de reojo, pero es que no podía dejar de mirarla.

- bill, mira.- señalo hacia el pasto.

Me hinque frente a la tumba, eran las flores que Tom había comprado a mi hermosa. Fruncí el ceño y mire la otra con el girasol.

- “Bill Kaulitz”- le mire y me levante hacia (tu  nombre) – no entiendo, ¿Qué hace mi nombre ahí?
- Bill, es tuya.
- pff ¡¿mía?! Como que mía si yo no he…yo…yo no he muerto… ¿verdad?
- bueno, no. no has muerto. Estas enfermo, Billy. Es grave, y si no te cuidas va a pasar esto,- señalo la tumba con mi nombre.- Bill, no quiero que mueras.
- pero, quiero estar contigo.- negó.
- yo también quiero estar contigo, y siempre lo he estado, he escuchado todas esas palabras que me has dicho, he visto crecer a nuestra hija, Bill. Es hermosa. Vi lo que paso con Mariane, Bill, he estado a tu lado siempre.
- hemos luchado por nuestro amor…por nuestra familia ¿Por qué no me dejaron tenerte más? ¿No crees que lo merecemos? ¿No crees que ya necesitemos estos juntos?
- bill, no es cuestión de merecerlo, o de luchar por ello. Dios hace las cosas por algo, no lo hizo para que te sintieras mal.
- no, no quiero dejarte, por fin estamos juntos, y si morirme es la respuesta para que no nos separemos, lo haré.
- matarte no soluciona nada, ¿Qué va a pasar con la banda? ¿Qué va a pasar con Tom? ¿Con nuestra bebe? Por favor, bill, no te mates, yo te amo, Bill te amo y eso jamás va a cambiar ¡jamás!
- yo quiero estar contigo, ¡Te necesito, (tu nombre)! No hagas que me quede solo otra vez, por favor, déjame estar contigo.
- vamos, bill. Prométeme que te curaras y no vas a dejar que te de leucemia, por favor, Billy.
- no…no quiero que me dejes, no quiero estar solo, no quiero ¡no!
- bill, tengo que irme, por favor promételo.
- pero, déjame abrazarte, déjame tomar tu mano ¡por favor!
-  no es posible, Billy.
- por favor, por favor ¡(tu nombre)!
- perdóname, bill. No puedo, tengo que irme, te amo, Billy, ¡te amo!
- no, ¡(tu nombre) espera!
- aquí te esperare, toda la eternidad, Billy. Te amo.
- (TU NOMBRE), ESPERA, POR FAVOR ¡NO ME DEJES, NO MEDEJES! POR FAVOR  LINDA ESPERAME…
Ella se había ido, yo me tire al pasto llorando, gritándole que no se marchara.
- (TU NOMBRE), NO ME DEJES SOLO…POR FAVOR ¡TE NECESITO!

Alguien tomo mi hombro y abrí mis ojos, inspeccionando el lugar, mis ojos se posaron en los de Tom.

- tranquilo hermanito, fue un sueño.- negué decepcionado y confundido.
- no, no fue… ¡era mi angelito! Era ella…
- Bill...
- ¡no! ¡ELLA ERA (TU NOMBRE), ERA (TU NOMBRE)!  MI ANGELITO, ELLA NO SE FUE, ELLA NO HA MUERTO, NO ¡ELLA ESTA VIVA!



Me levante de la camilla, camine un poco pero caí al piso fuertemente. Me queje pero me levante de nuevo, Tom me jalo.

- ¡Déjame! ¡Tom, déjame!- lloraba desesperado.

Los doctores llegaron y miraron a Tom confundidos, yo forcejee un par de veces y él me tomo con ambas manos las mejillas.

- Bill, fue solo un sueño. Solo eso. ¡Un sueño!
- no… (Tu nombre)…ella está bien…- me estrecho en sus brazos, yo también lo abrace y deje que mis lagrimas cayeran.

[…]

By tom

Hoy, -2 semanas después de que Bill salió del hospital- los doctores han hablado, y me han dicho que en las pruebas de mi hermanito, la leucemia salió negativa. ¡Mi hermanito está bien!

Subí corriendo a su recamara muy entusiasmado, el miraba la ventana, con yosai. Corrí hacía él y di un fuerte abrazo que él no se molesto en responder.

- Bill ¿adivina?
- …que…
- no tienes leucemia, Bill ¡es negativo! Estas bien, hermanito, ¡estás bien!
- ahh…- deje de abrazarlo y le mire a los ojos.
- ¿pero qué es lo que te pasa, Bill?
- nada…
- no puedes estar así, Bill. Por favor, no me gusta verte así, odio que no estés feliz como lo eras antes.
- sin, (tu nombre) no puedo…
- no, bill ¡si puedes! Porque no miras quien está en tus piernas.- Bill miro a yosai.
- ¿Qué tiene?
- ¡es tu hija, Bill! ¿Es que ni por ella vas a estar feliz? Bill, tiene la sangre de (tu nombre) ¡de los dos! Es una bebe, por favor Bill. No puedes estar así siempre ¡no puedes!

Pareció no escuchar todo lo que le dije, negué y algunas lágrimas saltaron de mis ojos.

- ¿Por qué lloras, Tom?

- hombre, ¿Qué porque lloro? Bill, te extraño…- me miro confundido. –odio a la persona que miro ahora. ¡Te odio! Extraño a mi hermanito, con el que nos apoyábamos ¿lo recuerdas? con el que estaba conmigo cuando lo necesitaba…el que siempre estaba feliz, mi hermanito Bill.
Bill, te extraño, te extraño hermanito. Sé que también es mi culpa, pero es que yo quiero arreglar todo, te he pedido disculpas, he hecho lo que puedo porque tu estés bien, pero es que yo también siento, bill ¿crees que no me duele que (tu nombre= se haya ido? Me duele, Bill ¡claro que me duele! ¿Pero sabes por qué no lo muestro? Si no lo hago es porque quiero mostrarme fuerte frente a ti. Quiero que estés bien. Pero ¿sabes? Siento que todo lo que te hago, te aleja más de mí.
No quiero perderte, Bill. Si la razón por la que ya no quieres sonreír es por el simple hecho de que yo exista ¡ya está! Si quieres me mato, pero por favor vuelve a sonreír, di que me quieres, Bill. Di que al menos quisiste a Tom, al Tom que siempre estaba contigo, al que no se burlaba de ti. Dime lo que te molesta de mi ¡y juro que lo cambio! Por favor, has que vuelva bill, el hermanito que siempre quise y al que jamás cambiaría por nada ni nadie…mi hermanito…

La quijada de Bill comenzó a temblar, pero no decía nada. Y lo que pretendía yo no era que cambiara de opinión, era que me escuchara. Camine hacia mi cuarto y busque entre mi armario, cuando le encontré regrese con Bill.

- Bill, me arrepiento de todo lo que te dije, me arrepiento de ser un hermano imbécil, se que arrepentirme no remedia nada, pero intente compensarlo.

Le di una libreta y el la tomo en su manos ojeándola, después me miro.

- se que no es igual que la tuya, y no tiene el mismo valor. Pero trate, Bill. Porque te quiero, hermano. Odie mirar tu cara cuando la rompía. Y sé que tu tristeza de antes de que tu angelito muriera también fue causada por mí. El que te cortaras tus brazos, fue mi culpa. Sé que no debí hacerlo, se que no debí decirte nada, porque mi vida era porque mi vida era una mierda y yo solo quería desquitarme con alguien….y aun no puedo creer, porque te escogí a ti…por que escogí a mi hermanito. Perdóname Bill.

Salí de la recamara. Y me adentre en mi recamara. Camine hacía el baño y mire mi reflejo. ¡Odiaba ser yo! Odiaba que todo me saliera mal, que toda mi vida siempre fui un imbécil.

Tome un rastrillo y pensando en lo que hacía Bill, mire mi muñeca, después la imagine llena de mi sangre, odie la idea, ya que odiaba la sangre, pero si bill lo hacía para sentirse mejor, seguro me serviría.

- ¡no, Tom!- se acercó a mí, y quito el rastrillo de mi mano. –no, no te cortes., perdóname, tom. No he pensado en ti desde que mi hermosa se fue, perdóname si te hice sentir que no te quería. Pero es que es tan difícil seguir sin ella. Tom, yo te quiero, y yo jamás haría que te mataras. Perdóname.

Me abrazo fuerte, dejando caer lágrimas por parte de los dos.

- Bill, perdóname, hermanito.
- no, perdóname tu a mí, por no prestarte atención.
- perdóname por no comprender que tu amas a (tu nombre) y el perderla te duele.


6 comentarios:

  1. amor de hermanos q lindo :,)
    me gusto mucho :D
    siguiente capa. xfa

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  2. me encanto siguela ...cuidate mucho :)

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  3. dios mio dsigela enserio solte lagrimas muchas lagrimas con esto!!!! pordios sigela!!!!! llore cuando Bill hablo con Tn, creiq ue todo avia sido un sueño y que enrealidad no avia muerto!!! porfavor!!1 sigela pronto vales que buenoq ue Tom y Bill se desaogaron n_n tkm cudiate tu fic es mi preferida

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