- ¿en serio
eres tú, Bill?- me levante hacia ella, me miraba de pies a cabeza como si fuera
algo extraño.
- sí, soy yo
¿por qué, sara?- volvió a pasar su mirada en todo mi cuerpo.
- no es nada
es…has cambiado muchísimo.
Ahora el que se miro fui yo, si había cambiado, pero jamás creí que había cambiado tanto como para que no me reconociera.
- ahh...Eso…me lo han dicho.
- lo siento si
te ofendí, Bill.
- no…está
bien, y dime ¿visitas a mi angelito?- asintió mirando la tumba.
- sí, la he
pasado muy mal sin ella.
- yo también…
- Bill, tranquilo, no llores…
Trate de sonreír, Sara también parecía muy triste, después de todo era su mejor amiga. No quise sacar todas las lágrimas, realmente no quería.
- lo siento, es solo que…mi linda me hace tanta falta…
- te entiendo,
Bill. A mi también me hace mucha falta.
-
¿quieres…quieres que hablemos con…(Tu nombre)?- ella sonrió con sus labios
cerrados.
- claro que sí.
Nos hincamos frente a la tumba de mi (tu nombre), mire a Sara, pensando que sería ella la primera en hablarle. Ella también me miro, tal vez pensando lo mismo.
- (tu nombre)… ¿recuerdas a Mariane?- suspire. – bueno, al parecer ella no fue lo que yo creía…debo confesarte que la hice mi novia y…nada que…no sé yo… ¿recuerdas que prometí volver a ser feliz, con alguien? Bueno…lo intenté
No tenía palabras que decirle, me sentía nervioso, culpable…miraba a sara para que de alguna forma robara mi palabra pero, ella no lo hacía.
- ella…bueno que, ella no me quiere… ¿sí? Es, ¿Cómo decirlo?...yo no puedo vivir con alguien más…te juro que lo intente pero es que, es… nadie es igual que tu, y tal vez yo “quiero” Mariane… o no, ¿sabes? No la quiero, ¡la odio! Pero es algo que…
Sara me miro, ladeo la cabeza y se acerco un poco a mí.
- ¿Qué pasa, Bill?
- yo… ¡NO
PUEDO, NO PUEDO!- jale mi cabello con frustración. –es...Para mi es difícil
decirlo…no puedo hacerlo…no sé qué decirle ¡no se!
- tranquilo,
Bill. Ella va a escucharte sea lo que sea que quieras decirle.
- pero…es
difícil.- mire hacia la tumba. –es tan difícil aceptar que tu ya no estás… (Tu
nombre)…no sabes cuánto te necesito es…tengo tanto que decirte…pero…es que no
se cómo…
Sentados así por un momento, empezó a atardecer, saque la mirada de la tumba de (tu nombre) y mire a Yosai, que estaba jugando con el pasto.
- Bill, he traído las flores.- me vire, Tom sonreía tendiendo las flores hacia mí.
- ahh,
gracias.- Tom se hinco a mi lado y paso las flores a mis manos.
- ¿te gustan?-
asentí mirándolas.
- sí, gracias
Tom.- el sonrió y se acerco con Sara.
- ¿Cómo estás?-
preguntó a Sara.
- bien, ¿y tú?-
se encogió de hombros y sonrió negando, como si esta fuera una respuesta que
dijera “estoy mal, pero no quiero demostrarlo”
Puse las flores en la tumba y tome a mi bebe en brazos.
- te amo…linda.- me vire con Tom y Sara. –es mejor que vallamos a casa.
Tom asintió y
nos paramos para regresar a casa.
[…]
Acosté a Yosai a un lado mío –donde solía dormir mi angelito.- esta vez quería dormir con ella, ya que hacía tiempo que no lo hacía. Me puse pijama y cambie también a Yosai. Nos acostamos y no en mucho Tiempo quedamos dormidos los dos.
By tom
Me he
despertado gracias al puto frio que hace. Me levante y de mis cajones, busque
una sudadera. Me la coloqué y regrese a la cama.
El maldito
frío había hecho que el sueño se esfumara, así que prendí el televisor y la
mire hasta poder ganar el sueño otra vez.
Mis ojos al
fin se estaban cerrando, así que apague el televisor y me recosté. El poco
sueño que había ganado se esfumo gracias a algún extraño ruido que provenía de
la habitación de Bill. No le tome mucha atención, ya que pareció ser que Bill
se había levantado para cerciorarse de que todo estuviera bien.
Bill comenzó a
toser, Yosai comenzó a llorar y mi paciencia por poder dormir tranquilamente se
estaba acabando. Sentí coraje, ya que quedaban muy pocas horas para dormir y el
torpe de Bill no dejaba de hacer ruido. Me levante de mi cama con los músculos
helados para callar a Bill.
Algo parecido
a “yo…Yosi”, con desesperación, con algo de dolor o frustración pareció salir de los
labios de Bill. Mis músculos se tensaron. Comencé a preocuparme, camine hacia
el cuarto de Bill, sin prender alguna luz por si lo asustaba o que se yo.
El cuarto de
Bill estaba apagado por completo, quizá fue solo una maldita pesadilla por la
cual me despertó. Últimamente Bill solo se lo pasaba gritando noche tras noche.
Solo que ahora había algo diferente: Yosai lloraba y por alguna razón, una rara
razón, los sollozos de Yosai no se escuchaban de donde deberían venir.
Un escalofrió
recorrió mi cuerpo y debo aceptar que también miedo, miedo de encender la luz y
mirar a un bebe que no necesariamente era Yosai. Decidí no prender la luz y adentrarme
a la recamara de Bill lentamente, con un extraño sentimiento en mi estomago.
Escuche tosidos, quejidos y sollozos. Realmente el miedo me acorralaba.
- Yosai...-
por estúpido que pareciera, comenzaba a crear más psicosis a mí mismo.
Me vire, y mire
una luz prendida, un boceto negro y pronto las ganas de gritar del puto miedo
me acorralaron. Tal vez era un demonio. Me asuste demasiado, me paralice, tan
solo mirando ese boceto. Me metí en la cabeza ideas horribles pero camine hacia
él.
- ¿Bill?- pregunte,
más bien, susurre, deseando que si eso era un demonio no me mirara.
Los Tosidos
comenzaron a ser arcadas y mas quejidos. Esa cosa que estaba en el baño me
miro. Y de pronto todo aquello que me causaba miedo, se convirtió en
desesperación y preocupación. Regrese y encendí la luz de la habitación. Con el
maquillaje corrido hasta la barbilla, Bill se encontraba potando
desesperadamente. Me acerque a Bill que ahora parecía haber terminado de potar.
Respiraba como si hubiera corrido 50 kilómetros.
- Bill, ¿Qué
ha pasado?- dije en un tono de voz bajo.
Bill negó,
tomo su cuello, cerro sus ojos y dejo salir un quejido bastante audible. Su respiración
se acelero muy rápido, negó de nuevo y su cara se acerco al excusado, dejando
salir más pota de su boca. Tome su cabello con ambas manos y lo quite de su
cara para que no se manchara. Se enderezo y jalo la cadena del excusado, exhausto.
Se sentó en sus pantorrillas y con su mano limpió sus labios.
- ¿listo?-
Bill asintió. - ¿dime que te ha pasado? ¿Te duele algo?
Bill negó, sin
dejar salir alguna palabra, solo gemidos de dolor. Seguro no me decía la
verdad.
- vamos, Bill.
Es mejor que descanses.- ayude a que se parará y lavo sus dientes.
Se sentó en la
cama tomando su cuello. Me acerque a él quitando el maquillaje que había
quedado en sus ojos con los pulgares.
- Tom…hum…- Gimió,
cerrando sus ojos fuertemente.- no me siento bien….
- dime que te
duele, Bill.- pasé una mecha de cabello tras de su oreja.
- no se…
- espero que
no sea algo grave, Bill. Por ahora recuéstate, aquí me quedo contigo.- Bill se
metió en la cama y cerro sus ojos.
Yosai había
dejado de llorar, al parecer había dormido ya. La recosté en medio mío y de
Bill y comencé a cerrar los ojos. Bill comenzó a gemir y moverse bruscamente en
toda la cama. Se levanto de golpe y corrió de nuevo al baño.
- ¡carajo!-
camine al baño con Bill y de nuevo lo ayude. Lo que pensaba yo que era pota, no
lo era. Parecía pura agua. – Bill, esto no está bien.- negué mirando como Bill
se retorcía con cada arcada.
Era tan delgado
que en cada arcada temía que se rompiera por la mitad. Deje su cabello y me
dirigí a donde mamá y Gordon. Sacudí a mamá con un poco de fuerza y al tiro
abrió los ojos.
- ¿Qué pasa,
Tom?- mordí mis labios y rasque mi nuca. Mama se sentó en la cama preocupada. –
Tom, ¿estás bien? Dime qué pasa.
- es Bill,
mamá.
- ¿¡que tiene,
Tom!?- se levantó de la cama y me tomo de hombros.
- nada que, se
la ha pasado potando toda la noche.- mama corrió a la habitación de Bill.
- ¡Bill!- se
acerco a él, que ahora solo estaba sentado en el piso. -¿Qué tienes mi amor, te
sientes mal?- Bill asintió. Realmente parecía un muerto viviente.
Mama tomo la
cara de Bill con ambas manos y le abrazo acariciando su cabello.
- esto no es
normal, tenemos que hablar a algún médico.
[…]
- ¡familiares
del joven Kaulitz!- mamá, Gordon y yo, con Yosai, nos levantamos. Por suerte,
era el médico que había ayudado a mi hermano antes.
- ¿Qué tiene
mi hermanito?
- ¿podemos
hablar?- asentí y regresamos al sofá.
- ¿Cómo está
mi hijo, doctor?- pregunto Gordon entrelazando su mano con la de mamá.
- me has
dicho, que no paraba de potar ¿no es así?- asentí.
- ¿tan solo le
hizo mal la comida?- pregunte esperanzado. El negó serio.
- al
contrarió, díganme, ¿se ha estado alimentando bien?
- bueno…no.-
suspiro.
- bueno,
gracias a esto, tu hermano tiene Anemia.
- ¿anemia…?-
asintió.
- Gracias a
que no se ha alimentado bien, o no se ha alimentado, le ha producido daños en
los riñones.
- pero, Bill
se va a recuperar ¿verdad? ¿Verdad que no es grave?- comenzó a jugar con un botón de su bata y me miro, después miró a mamá y a Gordon.
- miren, su
enfermedad no hubiera sido grave si él lo hubiese notado antes. Por ahora el
esta grave y si no se cuida y empieza a comer para recuperar el hierro su
enfermedad puede desembocar en Leucemia, aplasia medular, pérdida de sangre
aguda y esta ultima puede tener algún shock hipovolémico.
- pero…no, mi
hermano no puede estar mal.
- lo siento
mucho, enserio. Pueden pasar a verlo, si gustan.
Me levante con
el doctor y él me guió hacia el cuarto donde estaba Bill.
- tiene
depresión y estrés, así que por favor, no hagas que se altere ¿está bien?
Asentí y tome empuje
un poco la puerta, pero él me detuvo otra vez.
- ¿recuerdas
su enfermedad?
- eso no le va
a hacer más daño, ¡¿verdad?!- el asintió.
- le hace más
daño, esto también hizo que su glóbulos rojos le hicieran más falta. Y encima
mire sus brazos… ¿se ha vuelo a cortar, verdad?
- si…
- no dejes que
lo vuelva a hacer, ¿sí? Eso también afecta. Tan solo una pequeña hemorragia
como las que se hace al cortarse, puede ser peligroso.
- está
bien…gracias.- el sonrió y yo entre con Bill.
Estaba tan pálido,
que de no ser por la bata azul cielo y su cabello negro, se habría perdido en
las sabanas. Me acerque a él, me senté en una silla de madera que se encontraba
a un lado de la camilla y me quede mirándolo.
- ¿por qué
eres tan idiota, Bill? Estas mal, hermano.
Comenzó a
abrir sus ojos y me miro con la boca un poco abierta. Me causo un poco de miedo
el mirarle aun con restos de su maquillaje corrido y sus ojos un poco rojos.
Relamió sus labios secos y volvió a cerrar los ojos.
- ¿te sientes
mal?- negó débil.
Tome su mano,
haciéndole saber que me quedaría con él. La puerta se abrió lentamente y mamá,
Gordon y el doctor se acercaron. Después una enfermera se adentro con el
desayuno de Bill.
- ¿Cómo esta?-
me pregunto mamá.
- hace un
momento abrió sus ojos, creo que está cansado.
- ese también
es un síntoma de la anemia.- me dijo el doctor. –necesita comer para recobrar
fuerzas.
- ya
escuchaste Bill, tienes que comer.- le dije apretando un poco su mano.
Volvió a abrir
sus ojos y me miro. La enfermera coloco la charola con el desayuno en las
piernas de Bill cuidadosamente.
- el tiene que
desayunar, es mejor que lo dejemos solo.- dijo ella con una gran sonrisa.
Mamá y Gordon
se levantaron y salieron. La enfermera me miro y yo le imite.
- yo me quedo
con él.
- no es
posible.
- no pienso
moverme de aquí. Por favor, deja que me quede.
- está bien.-
sonrió y salió del cuarto.
Me vire con
Bill, que cerraba sus ojos, respirando lentamente.
- Bill, vamos,
come.- abrió sus ojos.
Parecía que
cada que los abría, fuera como si lo despertaran. Me miraba molesto. Ayude a
enderezar la camilla para que Bill pudiera comer a gusto.
- no quiero…
- tienes que
hacerlo, vamos Bill.- frunció el ceño como un crio de 5 años y tomo el tenedor.
Comenzó a
picar la comida, sus manos temblaban un poco; llevo el tenedor a su boca. Su
cara fue como si le estuvieran dando algo asqueroso, como si estuviera comiendo
gasolina. Mastico lentamente. Negó y dejo el tenedor sobre el plato y empujo la
charola hasta sus rodillas.
- Bill…
- no me gusta,
no quiero comer.
- vamos,
¿quieres curarte? Bill, estás enfermo, por favor. Al menos come algo más, Bill,
¡por favor!
Bill negó mirando
me a los ojos, dio un bostezo y se recostó cerrando sus ojos.
- por favor,
Bill. Por favor, por favor ¡por favor!
Volvió a abrir
sus ojos y me miro molesto otra vez, tomo la charola y la puso sobre sus muslos
otra vez. Con su mano tomo un pedazo más pequeño que el anterior y lo metió a
su boca, su cara era de un asco terrible, arcadas comenzaron a salir. Temí que
por un momento fuera a potar. Pero tomo su vaso con jugo y lo devoro en un
segundo.
- ya no…ya no
quiero…- apretujaba su cuello, y su respiración se agito un poco.
La enfermera y
el doctor llegaron, ella se acerco a una pequeña mesa que había frente a la
camilla y el doctor se acercó con Bill, serio.
- no has
comido nada.- Bill lo miro, parecía un poco apenado.
- estoy lleno.
- pero no
comiste ni un bocado.
- si lo hice.-
se viro conmigo. -¿verdad que si comí, tom?
Yo lo apoyaría
ante todo, pero antes que eso estaba la salud de mi hermano, así que tuve que
ponerme del lado del doctor.
- Bill, has
comido dos bocados pequeños.
- vamos, come
algo más grande.
- no, estoy
lleno, ya no quiero nada.
- te tienes
que alimentar. Si no lo haces, conectaremos unos tubos para alimentarte que se
dirigen hacia tu estomago.
La cara de
Bill mostró pánico. Miro la comida con desprecio y después me miro a mí.
- no me
importa…- miro al doctor, retándolo.
- está bien.-
entonces el doctor salía del cuarto. Bill lo miro con irse, con cara de
espanto.
- ¿me los meterán?
- tú has dicho
que no te importaba, Bill.- suspiró y miro la comida.
Parecía tener
ganas de comérsela, pero algo parecía decirle en su mente que no lo hiciera. El
doctor llego y se acercó a Bill junto a otro médico.
- te vamos a adormecer
un poco ¿sí?- Bill negó repetidas veces. –No va a doler nada, solo un pequeño
piquete.- trago pesado mirando al doctor.
Este le quito
la charola con el desayuno de sus piernas y le descobijo un poco y levanto un
poco la bata de Bill. Después de esto saco una jeringa y la atravesó por la
piel de Bill.
Después de un
par de minutos le habían colocado el tubo, Bill estaba incomodo con el pero
después de todo tenía que ganar peso.
[…]
By bill
Desperté un
poco confundido, mire a mi derecha, que estaba Tom en la silla, durmiendo
profundamente. Me vire hacia la ventana, las gotas de lluvia caían por el
vidrio. No era una muy linda vista, pero siempre he pensado que en la noche
todo es más lindo.
Tome la mano
de Tom, y mire la hora. Eran las 5 de la madrugada, hacía frío y yo solo con
una puta bata. Cerré los ojos tratando de ganar sueño.
Salí del
cuarto. Parado en la puerta principal del hospital, pensé dos veces si sería
bueno salir solo así. Pero finalmente lo hice. La lluvia caía fuertemente
haciendo que estas dolieran al toque con mi piel.
Con ayuda de
la luz de los faroles camine adentrándome a lo que parecía ser un pequeño
parque.
-Bill…Bill…- otra vez esa voz de mis sueños.
Trate de
buscarla, saber de dónde venía. Corrí entre los arboles sin mirar hacia atrás. De
pronto llegue a un camposanto, donde se miraban muchas personas llorando.
- ¿pero qué
mierda?- susurre para mí.
- bill…ven, bill…- esa voz jamás la había
escuchado.
Camine hacía
donde, creía yo estaba la persona que gritaba mi nombre…
Me encontré solo,
mire mi alrededor y no había nadie más que una mujer, la cual, por alguna razón
había visto. A su lado estaban dos tumbas, una con rosas blancas y una solo con
un girasol marchito.
- bill…acércate, bill…- obedecí y entrecerré
los ojos para poder mirar la bien.
- ¡¡ (TU
NOMBRE)!!- lagrimas corrieron por mis mejillas y corrí hacia ella.
Abrí los
brazos para estrujarla muy fuerte en mis brazos, pero caí al pasto en el
intento.
- ¿pero qué?-
exclame confundido.
Olvide eso al
ver su sonrisa, me pare frente a ella mirándola a sus apagados ojos.
- (tu nombre),
creí que jamás volverías, te he extraño tanto.
- bill, yo no he vuelto.
- como que no,
hombre. Te estoy mirando.- dije con una sonrisa.
Ella negó,
sonriendo con la mitad de sus labios, con su cara hizo una señal de que le
siguiera. Quedamos parados frente a las tumbas. Las mire de reojo, pero es que
no podía dejar de mirarla.
- bill, mira.- señalo hacia el pasto.
Me hinque
frente a la tumba, eran las flores que Tom había comprado a mi hermosa. Fruncí el
ceño y mire la otra con el girasol.
- “Bill
Kaulitz”- le mire y me levante hacia (tu
nombre) – no entiendo, ¿Qué hace mi nombre ahí?
- Bill, es tuya.
- pff ¡¿mía?! Como
que mía si yo no he…yo…yo no he muerto… ¿verdad?
- bueno, no. no has muerto. Estas enfermo,
Billy. Es grave, y si no te cuidas va a pasar esto,- señalo la tumba con mi
nombre.- Bill, no quiero que mueras.
- pero, quiero estar contigo.- negó.
- yo también quiero estar contigo, y siempre
lo he estado, he escuchado todas esas palabras que me has dicho, he visto
crecer a nuestra hija, Bill. Es hermosa. Vi lo que paso con Mariane, Bill, he
estado a tu lado siempre.
- hemos luchado por nuestro amor…por nuestra familia ¿Por qué no
me dejaron tenerte más? ¿No crees que lo merecemos? ¿No crees que ya necesitemos
estos juntos?
- bill, no es cuestión de merecerlo, o de
luchar por ello. Dios hace las cosas por algo, no lo hizo para que te sintieras
mal.
- no, no
quiero dejarte, por fin estamos juntos, y si morirme es la respuesta para que
no nos separemos, lo haré.
- matarte no soluciona nada, ¿Qué va a pasar
con la banda? ¿Qué va a pasar con Tom? ¿Con nuestra bebe? Por favor, bill, no
te mates, yo te amo, Bill te amo y eso jamás va a cambiar ¡jamás!
- yo quiero
estar contigo, ¡Te necesito, (tu nombre)! No hagas que me quede solo otra vez,
por favor, déjame estar contigo.
- vamos, bill. Prométeme que te curaras y no
vas a dejar que te de leucemia, por favor, Billy.
- no…no quiero
que me dejes, no quiero estar solo, no quiero ¡no!
- bill, tengo que irme, por favor promételo.
- pero, déjame abrazarte, déjame tomar tu mano ¡por favor!
- no es
posible, Billy.
- por favor,
por favor ¡(tu nombre)!
- perdóname, bill. No puedo, tengo que irme,
te amo, Billy, ¡te amo!
- no, ¡(tu nombre) espera!
- aquí te esperare, toda la eternidad, Billy. Te
amo.
- (TU NOMBRE),
ESPERA, POR FAVOR ¡NO ME DEJES, NO MEDEJES! POR FAVOR LINDA ESPERAME…
Ella se había
ido, yo me tire al pasto llorando, gritándole que no se marchara.
- (TU NOMBRE),
NO ME DEJES SOLO…POR FAVOR ¡TE NECESITO!
Alguien tomo
mi hombro y abrí mis ojos, inspeccionando el lugar, mis ojos se posaron en los
de Tom.
- tranquilo
hermanito, fue un sueño.- negué decepcionado y confundido.
- no, no fue…
¡era mi angelito! Era ella…
- Bill...
- ¡no! ¡ELLA
ERA (TU NOMBRE), ERA (TU NOMBRE)! MI
ANGELITO, ELLA NO SE FUE, ELLA NO HA MUERTO, NO ¡ELLA ESTA VIVA!
Me levante de
la camilla, camine un poco pero caí al piso fuertemente. Me queje pero me levante
de nuevo, Tom me jalo.
- ¡Déjame! ¡Tom,
déjame!- lloraba desesperado.
Los doctores
llegaron y miraron a Tom confundidos, yo forcejee un par de veces y él me tomo
con ambas manos las mejillas.
- Bill, fue
solo un sueño. Solo eso. ¡Un sueño!
- no… (Tu
nombre)…ella está bien…- me estrecho en sus brazos, yo también lo abrace y deje
que mis lagrimas cayeran.
[…]
By tom
Hoy, -2
semanas después de que Bill salió del hospital- los doctores han hablado, y me
han dicho que en las pruebas de mi hermanito, la leucemia salió negativa. ¡Mi
hermanito está bien!
Subí corriendo
a su recamara muy entusiasmado, el miraba la ventana, con yosai. Corrí hacía él
y di un fuerte abrazo que él no se molesto en responder.
- Bill
¿adivina?
- …que…
- no tienes
leucemia, Bill ¡es negativo! Estas bien, hermanito, ¡estás bien!
- ahh…- deje
de abrazarlo y le mire a los ojos.
- ¿pero qué es
lo que te pasa, Bill?
- nada…
- no puedes
estar así, Bill. Por favor, no me gusta verte así, odio que no estés feliz como
lo eras antes.
- sin, (tu
nombre) no puedo…
- no, bill ¡si
puedes! Porque no miras quien está en tus piernas.- Bill miro a yosai.
- ¿Qué tiene?
- ¡es tu hija,
Bill! ¿Es que ni por ella vas a estar feliz? Bill, tiene la sangre de (tu
nombre) ¡de los dos! Es una bebe, por favor Bill. No puedes estar así siempre
¡no puedes!
Pareció no
escuchar todo lo que le dije, negué y algunas lágrimas saltaron de mis ojos.
- ¿Por qué lloras,
Tom?
- hombre, ¿Qué
porque lloro? Bill, te extraño…- me miro confundido. –odio a la persona que
miro ahora. ¡Te odio! Extraño a mi hermanito, con el que nos apoyábamos ¿lo
recuerdas? con el que estaba conmigo cuando lo necesitaba…el que siempre estaba
feliz, mi hermanito Bill.
Bill, te
extraño, te extraño hermanito. Sé que también es mi culpa, pero es que yo
quiero arreglar todo, te he pedido disculpas, he hecho lo que puedo porque tu
estés bien, pero es que yo también siento, bill ¿crees que no me duele que (tu
nombre= se haya ido? Me duele, Bill ¡claro que me duele! ¿Pero sabes por qué no
lo muestro? Si no lo hago es porque quiero mostrarme fuerte frente a ti. Quiero
que estés bien. Pero ¿sabes? Siento que todo lo que te hago, te aleja más de mí.
No quiero
perderte, Bill. Si la razón por la que ya no quieres sonreír es por el simple
hecho de que yo exista ¡ya está! Si quieres me mato, pero por favor vuelve a sonreír,
di que me quieres, Bill. Di que al menos quisiste a Tom, al Tom que siempre
estaba contigo, al que no se burlaba de ti. Dime lo que te molesta de mi ¡y
juro que lo cambio! Por favor, has que vuelva bill, el hermanito que siempre
quise y al que jamás cambiaría por nada ni nadie…mi hermanito…
La quijada de
Bill comenzó a temblar, pero no decía nada. Y lo que pretendía yo no era que
cambiara de opinión, era que me escuchara. Camine hacia mi cuarto y busque
entre mi armario, cuando le encontré regrese con Bill.
- Bill, me
arrepiento de todo lo que te dije, me arrepiento de ser un hermano imbécil, se
que arrepentirme no remedia nada, pero intente compensarlo.
Le di una
libreta y el la tomo en su manos ojeándola, después me miro.
- se que no es
igual que la tuya, y no tiene el mismo valor. Pero trate, Bill. Porque te
quiero, hermano. Odie mirar tu cara cuando la rompía. Y sé que tu tristeza de
antes de que tu angelito muriera también fue causada por mí. El que te cortaras
tus brazos, fue mi culpa. Sé que no debí hacerlo, se que no debí decirte nada,
porque mi vida era porque mi vida era una mierda y yo solo quería desquitarme
con alguien….y aun no puedo creer, porque te escogí a ti…por que escogí a mi
hermanito. Perdóname Bill.
Salí de la
recamara. Y me adentre en mi recamara. Camine hacía el baño y mire mi reflejo.
¡Odiaba ser yo! Odiaba que todo me saliera mal, que toda mi vida siempre fui un
imbécil.
Tome un
rastrillo y pensando en lo que hacía Bill, mire mi muñeca, después la imagine
llena de mi sangre, odie la idea, ya que odiaba la sangre, pero si bill lo
hacía para sentirse mejor, seguro me serviría.
- ¡no, Tom!-
se acercó a mí, y quito el rastrillo de mi mano. –no, no te cortes., perdóname,
tom. No he pensado en ti desde que mi hermosa se fue, perdóname si te hice
sentir que no te quería. Pero es que es tan difícil seguir sin ella. Tom, yo te
quiero, y yo jamás haría que te mataras. Perdóname.
Me abrazo
fuerte, dejando caer lágrimas por parte de los dos.
- Bill, perdóname,
hermanito.
- no, perdóname
tu a mí, por no prestarte atención.
- perdóname por
no comprender que tu amas a (tu nombre) y el perderla te duele.
me encantha tu fiiC *.* sigueLa!!!!!
ResponderEliminaramor de hermanos q lindo :,)
ResponderEliminarme gusto mucho :D
siguiente capa. xfa
me encanto siguela ...cuidate mucho :)
ResponderEliminarMe Encanto! Sigela esta Muy Buena..
ResponderEliminardios mio dsigela enserio solte lagrimas muchas lagrimas con esto!!!! pordios sigela!!!!! llore cuando Bill hablo con Tn, creiq ue todo avia sido un sueño y que enrealidad no avia muerto!!! porfavor!!1 sigela pronto vales que buenoq ue Tom y Bill se desaogaron n_n tkm cudiate tu fic es mi preferida
ResponderEliminarOh me encanto siguelaa :)
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